El Tercer Comité de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una resolución presentada por Rusia que busca combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que fomentan el racismo, la xenofobia y la intolerancia. La propuesta fue respaldada por 116 países, mientras que 54 votaron en contra y 11 se abstuvieron.
Tras el escándalo que se desató en la votación en la ONU que desencadenó la salida inmediata de Diana Mondino como canciller de la República Argentina, cuya justificación fue no haberse alineado al voto de Estados Unidos e Israel a favor del bloqueo a Cuba, los ojos estaban puestos en como iba a ser el proceder de su reemplazo, Gerardo Werthein.
Tras la insólita votación en la ONU que se conoció ayer, donde Argentina fue el único país del mundo en negarse a una resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas, hoy se conoció que aportó un voto positivo a favor de la resolución contra la glorificación del nazismo, como la amplia mayoría de los países.
Sin embargo, llamó la atención porque se trata de la segunda votación consecutiva en la ONU (las dos primeras de Werthein) donde Argentina no acompaña la postura de los Estados Unidos, lo que alimenta la teoría de que el despido de Mondino no tuvo nada que ver con esa famosa votación, sino que se lo utilizó como excusa.
La resolución de la ONU
La resolución impulsada por Rusia fue copatrocinada por países como Armenia, Bielorrusia, China, Mali, Corea del Norte, Serbia y Sudáfrica, que apoyaron la propuesta en un esfuerzo por evitar el renacimiento de ideologías extremistas en sus territorios y en el ámbito internacional. Por su parte, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, Australia, Ucrania, Polonia, Francia, Italia, Hungría y Finlandia votaron en contra de esta resolución, entre otros.
El documento consta de 74 puntos y recomienda "adoptar medidas concretas apropiadas, en particular en los ámbitos legislativo y educativo, de conformidad con las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, a fin de impedir la revisión de la historia y los resultados de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)".
El informe de la ONU exige erradicar las manifestaciones de discriminación racial mediante los medios adecuados e incluso por la legislación, cuando las circunstancias lo requieran. Además, condena el empleo de recursos educativos, así como la retórica en la educación que fomenta el racismo, la discriminación, el odio y la violencia fundamentados en el origen étnico, la nacionalidad, la religión o las convicciones.