Ya no se entiende la producción agropecuaria moderna disasociada del cuidado del medio ambiente, y si bien todavía quedan aquellos que siguen llevando a cabo malas prácticas agrícolas, la gran mayoría entiende que eso es cosa del pasado y que hoy, sobre todas las cosas, la producción debe ser sostenible.
Esto fue algo que quedó claro en la Cumbre de la Biodiversidad de las Naciones Unidas (COP 16), que se llevó a cabo en Cali, Colombia. Allí, se puso de manifiesto la importancia crucial de la innovación agrícola para garantizar la seguridad alimentaria global y la conservación de la biodiversidad.
En este contexto, "las prácticas agrícolas sostenibles se consolidan como un motor para la preservación de nuestros ecosistemas naturales", aseguró el presidente de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), Federico Landgrad.
Según su visión, "los bioinsumos, la innovación en moléculas y formulaciones, los drones y aplicaciones selectivas, junto a la agricultura de precisión, la siembra directa, la biotecnología y otras tecnologías están revolucionando la producción agrícola al incrementar la productividad, reducir la incidencia de plagas y optimizar el uso de recursos como el agua y los nutrientes".
"Además, estas innovaciones contribuyen a mejorar el equilibrio con el ambiente, reduciendo la presión sobre los ecosistemas, contribuyendo a su conservación y regeneración", agregó Landgraf.
Para lograr esto, el sector privado desempeña un papel esencial al promover el desarrollo, la innovación y la difusión de información. "Con la transmisión de conocimientos técnicos, se promueve y facilita la adopción de prácticas sostenibles innovadoras que permiten obtener mayores rendimientos a la vez que se conserva el medio ambiente. Asimismo, la colaboración global y las asociaciones público-privadas son fundamentales para escalar estas soluciones y desplegar tecnologías agrícolas sostenibles a nivel mundial", dijo el directivo de Casafe.
Colaboración con el sector público
Pero no solo los privados deben hacer las cosas bien, sino que es imprescindible que el público asegure que "los marcos regulatorios apoyen el uso seguro y efectivo de innovaciones agrícolas, mientras se alinean con los objetivos de conservación de la biodiversidad. Finalmente, las alianzas y el trabajo conjunto entre el sector privado y las comunidades locales son vitales para educar sobre la gestión sostenible de la tierra y la conservación de la biodiversidad", dijeron desde Casafe.
"En conclusión, la innovación agrícola y la conservación de la biodiversidad son pilares fundamentales para garantizar un futuro sostenible. La integración de tecnologías avanzadas y prácticas regenerativas no solo mejora la productividad agrícola, sino que también protege los ecosistemas naturales. Sin embargo, alcanzar estos objetivos requiere un enfoque colaborativo entre todas las partes involucradas: sector público, privado y comunidades locales", sostuvo Landgraf.
Así, la COP 16 invitó al sector a reafirmar el compromiso con esta visión integral, convencidos de que solo a través de la colaboración y la innovación podremos enfrentar los desafíos globales actuales y asegurar un equilibrio entre la producción agrícola y la gestión ambiental.