El proceso electoral en Estados Unidos tuvo este martes un momento complicado: tuvieron que interrumpirlo por presuntas amenazas de bomba en varios estados, pero rápidamente el FBI salió a desmentirlo y culpó a Rusia por el inconveniente .
"El FBI está al tanto de amenazas de bomba en centros de votación en varios estados, muchas de las cuales parecen proceder de dominios de correo electrónico rusos. Hasta el momento, no se ha determinado que ninguna de las amenazas sea creíble", lanzó el FBI en su cuenta de tuiter.
Al respecto, hubo denuncias en dos centros de Georgia (uno de los siete "swing states" o estados bisagra): el Centro Comunitario Etris y la Escuela Primaria Gullatt en Union City, en las afueras de Atlanta, según informó la Policía del Condado de Fulton.
Además, en un comunicado el FBI expuso que “la integridad electoral y la protección de nuestra comunidad son nuestra máxima prioridad", y manifestaron que están trabajando en estrecha colaboración con los socios policiales estatales y locales para "responder a las amenazas electorales y proteger a nuestras comunidades mientras los estadounidenses ejercen su derecho a votar”.
Un votante contó a la BBC que creyó que "algo andaba mal en el momento en que llegó a su centro de votación en Union City y vio autos de policía y de servicios médicos de urgencia cerca del edificio. En ese momento, un oficial le dijo a él y a otros votantes que no podían ingresar al lugar para votar debido a una amenaza de bomba.