Con el interés de dar vuelta la página tras la escandalosa salida de Diana Mondino, Javier Milei le tomó juramento a Gerrardo Werthein como nuevo canciller de la Argentina. El funcionario juró sobre la Torá, el libro de la ley para los judíos y el mandatario aprovechó para dar un breve discurso en clave bíblica.
El libertario describió la responsabilidad de Werthein como una misión internacional inspirada en valores religiosos. "Te están mandando señales las fuerzas del cielo, Gerardo, porque se habla de los comienzos de los viajes de Abraham por todo el mundo, difundiendo los mensajes del creador", le indicó el Presidente a Werthein.
Y profundizó: "Dios le dice que va a tener mucha influencia en las naciones del mundo, dándole una responsabilidad importante para llevar los mensajes de la Torá, de la vida y la libertad al mundo entero. Incluso, interactuará con otras naciones".
Tras finalizar la ceremonia y quedar formalmente en funciones, el flamante ministro de Relaciones Exteriores no dio declaraciones ante la prensa. Werthein llega a la Cancillería con la expectativa de alinear al cuerpo diplomático con las posiciones ideológicas de la gestión libertaria.
En ese sentido, y horas antes de la asunción, se conoció que Werthein va a desvincular a toda la plana mayor de Cancillería que fue nombrada por su antecesora, así como piensa avanzar en el cierre de las embajadas ubicadas en países que no tienen fuertes vínculos comerciales con Argentina, y reemplazarlas por Agencias Nacionales, que cumplirán las mismas tareas pero con menos personal y financiamiento.
Con estos cambios, Milei busca disciplinar al cuerpo diplomático en favor de retórica antiglobalista que predicó en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU.