La jueza María Servini rechazó el pedido del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, para suspender la elección interna del Partido Justicialista (PJ), y convalidó la decisión de la Junta Electoral partidaria que impugnó su lista. De esta manera, solo queda en pie que encabeza la expresidenta Cristina Kirchner, quien será proclamada al frente del partido peronista el próximo 17 de noviembre.
La junta electoral del PJ había rechazado una cantidad importante de avales que había presentado la lista de Quintela, "Federales", y eso provocó que el mandatario riojano realizara una presentación ante el juzgado electoral de Servini. Ahora, Cristina y la lista que la acompaña, "Primero la Patria", deberían ser proclamados como las nuevas autoridades del peronismo nacional.
Sin embargo, desde el entorno de Quintela y los "Federales" todavía tienen que definir los pasos a seguir. Esta mañana fueron notificados de la resolución de la Justicia, y ahora buscarán determinar si continuarán con su estrategia de judicialización de la interna del PJ ante la Cámara Nacional Electoral.
Los apoderados de Quintela, Jorge Yoma, Daniel Llermanos y Sandra Vanni, le habían pedido a la jueza Servini que suspendiera la elección interna del PJ por 120 días, mientras que los letrados de Cristina Kirchner, Teresa García, Anabel Fernández Sagasti y Gustavo Arrieta, reclamaron que confirmara la resolución de la Junta Electoral, que invalidó la lista del gobernador riojano ante la falta de unos 14.000 avales.
En medio de la discusión, los apoderados de Quintela denunciaron que las cajas con los avales que presentaron en la sede nacional del PJ, en Matheu 130 del barrio de Once, fueron violentadas por militantes de La Cámpora, que la noche del cierre de listas estaban reunidos en el lugar. Desde el kirchnerismo rechazaron esa acusación y la atribuyeron a una maniobra de sus contrincantes.
Cabe destacar que aunque la interna generó una fuerte tensión entre Cristina Kirchner y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, la jefa de Estado logró que el mandatario bonaerense, quien había quedado en el medio de la disputa y se lo acusaba de "irse" con Quintela, se pronunciara en contra de la judicialización. Esto le quitó peso al riojano y lo dejó a merced de la resolución judicial.