Después del recambio del embajador español en Buenos Aires y la crisis diplomática que generó Milei con sus dichos contra Pedro Sánchez; el Gobierno ofreció colaborar con el desastre climático que azotó a varias ciudades españolas y ofreció enviar una comisión de Cascos Blancos.
El ofrecimiento de ayuda humanitaria para paliar la crisis que generó el devastador temporal Dana en suelo español iría en línea con la reconciliación diplomática que inició España.
El Gobierno de Pedro Sánchez, después de cinco meses, decidió designar a un nuevo embajador español en Buenos Aires y "saldar" de forma simbólica la crisis diplomática, a pesar de que Milei nunca haya ofrecido disculpas públicas por los insultos que le prefirió a Sánchez y a su esposa, Begoña Gómez, a quien tildó de corrupta.
Para ayudar con el rescate de personas y a lidiar con las consecuencias del temporal en España, que dejó más de cien muertos y muchos desaparecidos, además de barrios enteros bajo el agua y construcciones que se vinieron abajo con las correntadas; Guillermo Francos comunicó que se puso en contacto con la Generalitat Valenciana para ofrecer a los Cascos Blancos, el órgano argentino diseñado para ofrecer asistencia humanitaria.
"Desde el gobierno argentino nos solidarizamos con el pueblo español y los afectados por este trágico temporal", dijo Francos a través de sus redes.
La conversación sobre el acercamiento diplomático comenzó mucho antes, cuando el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo una conversación telefónica con Diana Mondino, la excanciller, y ambos se reunieron en septiembre en la Asamblea de la ONU en Nueva York.
Después de ese encuentro se resolvió que los ciudadanos argentinos pudieran embarcarse en los aviones que envió la Fuerza Aérea española a la colonia española en Beirut, en el Líbano, para huir de la guerra.