Como ya se presuponía, el verano viene duro. A partir de noviembre, y los meses siguientes, se estima que habrá una combinación explosiva para las altas temperaturas: olas de calor y escasas tormentas, que afectarán mayormente a Buenos Aires.
El trimestre que va de noviembre 2024 a enero 2025, la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense es probable que experimenten temperaturas más altas que lo habitual, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Esto llegará combinado con escasas e inferiores lluvias, un fenómeno climático que favorece el descenso de temperatura. La situación climática del AMBA se extenderá hasta la Costa Atlántica.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias pueden intensificar las olas de calor y aumentar la demanda de agua y energía, además de incidir de manera negativa en la temporada en la Costa y el turismo de las fiestas.
El informe trimestral del SMN muestra que "gran parte del país tendrá temperaturas superiores a las normales, con mayor probabilidad de que eso ocurra en el centro y centro este del país", explicó la portavoz del organismo, Cindy Fernández.
La previsión viene aparejada a las altas temperaturas que se experimentan esta primavera. En octubre se llegó a los 33 grados de térmica y noviembre también arranca caluroso, con 31 grados de máxima. Para el sábado llega la lluvia y un leve descenso de temperatura, con el termostato en 25 de máxima.