Cuando los nubarrones de un brutal ajuste se centran sobre el INTA, este organismo público vuelve a demostrar porque es clave para el campo y para la vida de los argentinos. Tanto es así, que hoy presentaron la primera avena desarrollada en Argentina libre de gluten.
Así, luego de 15 años de investigación, el equipo de mejoramiento vegetal de la Chacra Experimental Integrada Barrow (dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario-INTA) desarrolló la avena Bonaerense INTA Yapa.
La misma se trata de una variedad con una genética especial, libre de gluten, que se cultiva a campo en condiciones controladas, para abastecer la producción de la línea Aveno de Laboratorios Andrómaco, indicó el organismo.
Esto no solamente es una prueba fehaciente de la importancia de la investigación pública, sino que también muestra la capacidad de la institución para llevar a cabo acuerdos con el sector privado que permitan la realización de desarrollos científicos de envergadura y que los mismos lleguen a la gente y que al mismo tiempo vuelvan al productor.
¿Por qué decimos esto? Porque en la presentación "se firmó un acuerdo público-privado entre el INTA, el Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) y Aveno para avanzar en un programa de agricultura regenerativa que promueve la revitalización de los procesos biológicos del suelo y la armonización de la producción agropecuaria con las dinámicas de la naturaleza".
Al respecto, la directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow (MDA-INTA), Natalia Carrasco, subrayó que “cada grano de avena utilizado en los productos de Aveno proviene de una estricta selección por parte de nuestro equipo de mejoradores. Nos aseguramos de eliminar cualquier grano de avena con una genética no apta para celíacos, así como cualquier otro grano o semilla de otras especies”.
Según detalló Carrasco, “luego de más de 15 años de dedicación, el equipo de mejoramiento vegetal y calidad industrial obtuvo una avena con una genética especial, meticulosa y rigurosamente seleccionada a campo. Además, se realizaron estudios específicos que garantizan su total aptitud para celíacos”.
“Gracias a nuestro amplio conocimiento y experiencia en investigación para el agro, garantizamos la calidad y la inocuidad de la materia prima en cada paso del proceso productivo del cultivo. Nuestro compromiso con la sostenibilidad se refleja en la calidad de la materia prima que generamos”, concluyó Carrasco.
La mirada de la empresa
Es por esta cuestión que la colaboración público-privada sirve y da buenos resultados. De hecho, la gerente de producto de Aveno, Camila Sartori, aseguró que “la clave para el éxito” de este proyecto radica en que “mientras que el INTA y MDA aportan su conocimiento técnico y experiencia en investigación agrícola, Aveno contribuye con su capacidad de innovación y llegada a los consumidores".
"Esta colaboración permite que las soluciones desarrolladas tengan un respaldo sólido y acceso a un público más amplio”, espetó.
Para Sartori, “los consumidores cada vez más exigen transparencia en las marcas de los productos, por lo que valoran el uso de materiales reciclables y procesos productivos más limpios que promuevan prácticas responsables en el uso de recursos como el agua y la energía”.
Asimismo, desde Aveno especificaron que “más del 70 % de las personas que consideran tener una piel sensible, buscan productos que sumen ingredientes naturales a sus formulaciones con calidad de laboratorio, así que eso nos llevó a concentrarnos en crear productos que respondan a esas necesidades”.