En un gesto que ya es habitual, Javier Milei retuiteó una nueva catarata de posteos que enaltecen su figura, por lo general publicados por trolls o usuarios fanáticos. Este miércoles le tocó destacar a un mensaje en particular, por su tono amenazante y apologético de las violaciones a los derechos humanos en un contexto en que proliferan las movilizaciones contra el desfinanciamiento en salud y educación.
“Me van a tener que sacar muerto de ahí. A mí no me van a sacar, yo se las voy a dar esa pelea”, decía Javier Milei cuando aún recorría estudios de televisión divulgando su propuesta de reducir drásticamente la cantidad de ministerios. Se refería a la Casa Rosada, y a cómo reprimiría a quienes manifestaran contra sus medidas.
El video de ese momento fue la pieza que tomó el usuario @Trumperizar para escribir el mensaje que luego replicaría el presidente. “Pero no queremos quilombo, tiros, nadie quiere eso”, le contestaba Jonatan Viale. “Bueno, pero tampoco hay que dejarse extorsionar, entonces a aquellos que estén organizando problemas serán presos (sic)”, respondía el aún candidato. “Marchas, paros, tomas... quieren derrocar al presidente con más huevos de la historia. Están avisados zurdos, después no lloren DDHH y lesa humanidad”, escribió el usuario “Mati Smith” (@Trumperizar) encima del video. Milei le dio retuit.
No conforme, volvió a replicar la advertencia, esta vez emitida desde la cuenta “Indignado”, que tomó el mismo video y reformuló ligeramente el mensaje: “Están avisados zurdos de mierda, después no lloren reprensión (sic). Compartí y dale like si apoyas que Javier Milei es el presidente con más huevos de la historia”.
La actividad permanente en las redes sociales y la difusión de esta clase de mensajes caracterizó al presidente desde antes de llegar al cargo, aunque durante su mandato comenzó a destacar por cargar marcadamente, y ya ocupando el lugar de cabeza del Ejecutivo, contra gobernadores, legisladores, periodistas, artistas y otras figuras públicas.
En ningún momento faltaron las alusiones a la pedofilia y al abuso sexual, las expresiones peyorativas contra personas con discapacidad y, como en este caso, la apología a la violencia y los delitos de lesa humanidad, planteados como algo merecido o buscado por las potenciales víctimas.