Primero que nada, tenés que elegir frutillas frescas, firmes y sin manchas. Evitá las que estén pasadas o dañadas, ya que pueden acelerar el deterioro.
Hay quienes recomiendan no lavar las frutillas antes de guardarlas. La humedad puede provocar moho. Lávalas solo antes de comer.
Por otra parte, se debe colocar las frutillas en un recipiente de plástico o vidrio, preferiblemente con tapa. Usá un recipiente que permita la circulación del aire, como los que tienen agujeros de ventilación.
Colocá una toalla de papel en el fondo del recipiente para absorber la humedad. Esto ayuda a mantenerlas secas.
Cómo conservar las frutillas para que duren un montón en la heladera
Después, guardalas en la parte menos fría de la heladera, normalmente en el cajón de frutas. Esto ayuda a evitar que se congelen.
Chequealas cada pocos días. Retirá cualquier fruta que muestre signos de deterioro para evitar que afecte a las demás. Otra solución de partes iguales de agua y vinagre blanco puede ayudar a eliminar bacterias. Remojalas por unos minutos, enjuagalas bien y secalas antes de almacenarlas.
También se cree que apilarlas puede ser negativo y contraproducente, ya que esto puede dañarlas y acelerar su deterioro. Distribuyelas de manera que no se aplasten.
Siguiendo estos pasos, vas a poder disfrutar de tus frutillas frescas por más tiempo sin que se te echen a perder para la merienda o el postre.
¿Cómo evitar la humedad en las comidas?
Evitar la humedad en los alimentos es crucial para mantener su frescura y prolongar su vida útil.
1. Almacenamiento adecuado
- Envases herméticos: usá recipientes herméticos o bolsas de cierre para mantener alejados la humedad y el aire.
- Sellado al vacío: considerá el uso de una máquina de sellado al vacío para eliminar el aire de los envases.
2. Control de temperatura
- Refrigeración: mantené los alimentos en el refrigerador a temperaturas adecuadas, pero evitá la acumulación de agua en el fondo.
- Congelación: para alimentos que no se consumen rápidamente, la congelación puede ser una buena opción.
3. Uso de deshidratantes
- Paquetes deshidratantes: colocá bolsas de gel de sílice o sal en los envases para absorber la humedad.
- Deshidratadores de alimentos: si te gusta, considerá deshidratar frutas y verduras para conservarlas.