La falta de lluvias considerables en los últimos meses, más allá de la tormenta de Santa Rosa que depositó unos cuantos milímetros en la zona núcleo a finales de agosto, está complicando al trigo, que ya en un 30% se encuentra en una condición entre regular a mala y comienza a olvidarse de una producción que pueda superar las 20 millones de toneladas.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), a nivel nacional hay unas dos millones de hectáreas que se encuentran en un estado entre regular y malo, de las 6,7 millones de hectáreas que se implantaron a nivel nacional, y, como consecuencia, "es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección que, por ahora, está en 20,5 millones de toneladas".
La BCR explicó que tras la recomposición que dejaron las lluvias de marzo, abril y los primeros días de mayo, prácticamente no ha llovido en el oeste y norte argentino.
"El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava. Los lotes de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados", puntualizó el informe.
El maíz también se complica
La falta de lluvias también afecta al maíz, que ya parte de un escenario complicado para la implantación por lo que significó la irrupción de la plaga de la chicharrita, que afectó de manera considerable la producción y que ocasionaría una baja superior al 20% en la intención de siembra con respecto a la campaña anterior.
La entidad bursátil remarcó que esta situación se agrava en el caso del maíz porque "en este año hay necesidad de sembrar temprano, pero las lluvias de septiembre no aparecen".
Otra particularidad de este año es que "tras las tormentas en el centro del país a fines de agosto, se está forzando la siembra en muchos casos". Esto significa varias cosas, como, por ejemplo, que se está implantando "sin las condiciones necesarias de temperatura en el suelo en algunos casos".
En otros casos, se agrega el sembrar "sin las reservas hídricas necesarias en el perfil, esto es, contar con más del 80% de agua útil en los suelos. De hecho, hay varias zonas del centro del país, incluyendo el sureste cordobés, que se está sembrando con reservas del 40 al 70%, con lo cual habrá una mayor dependencia de las lluvias que se den de acá en más".
La soja y su otra realidad
Al contrario del maíz, se espera que la soja tenga una muy buena campaña. Así, la BCR estima que la oleaginosa crecerá en área del 7,5%, equivalente a unas 1,3 millones de hectáreas. hasta las 17,7 millones de hectáreas, convirtiéndose así en la "la segunda suba más importante de las últimas 17 campañas".
Por lo tanto, de materializarse, esta intención de siembra correspondería a un tercer ciclo consecutivo de avance de la oleaginosa, tras caer en ocho campañas seguidas desde el ciclo 2014/15.
De concretarse la proyección de siembra de 17,7 millones de hectáreas, sobre la base de un área no cosechable promedio y un rendimiento promedio de 30,5 quintales por hectárea (qq/ha), la producción podría estar entre 52 y 53 millones de toneladas.