En medio del reclamo de los jubilados por el veto del presidente Javier Milei, donde muchos se preguntan por el silencio que venía teniendo la Confederación General del Trabajo, el secretario gremial de la CGT, Mario Manrique, apuntó contra la cúpúla sindical y denunció que hay un sector que negocia con el Gobierno "de espaldas a los dirigentes" y a los trabajadores que representan.
La CGT, que venía sin demasiadas expresiones en el último tiempo, junto a una gran cantidad de los gremios que la conforman y movimientos sociales, se sumarán mañana a la marcha que tendrá lugar al mediodía frente al Congreso, cuando la Cámara de Diputados trate el veto de Milei al aumento de las jubilaciones mínimas. Sin embargo, hay malestar hacia adentro de la histórica central sindical.
"Como no tengo ámbito de debate, en algún lado me tengo que expresar. Caminamos juntos hasta que la CGT encontró el amigo, y el amigo se llama Guillermo Francos: un interlocutor del gobierno donde pueden negociar cosas", denunció Manrique en diálogo con El Destape radio, sobre el vínculo que estarían manteniendo con el jefe de Gabinete.
En este sentido, agregó que en la CGT "la mesa chica es muy chica", y apuntó directamente contra el Secretario General de la la central sindical, Héctor Dáer, el Secretario de Relaciones Internacionales Gerardo Martínez, y el Secretario General adjunto por UPCN, Andrés Rodríguez. "Hoy se juntan con los gobernadores, y a mí, que soy el secretario gremial, me avisan 12 horas antes de la reunión. Ni se para qué se van a reunir", se quejó.
¿Cual es el objetivo de la CGT? Yo no lo sé. Las cosas se discuten entre cuatro, a puertas cerradas.
"Llegó un momento de la Argentina donde tenemos que dejar de hacernos los distraídos", sumó. Cuando le quisieron preguntar sobre algunas de las declaraciones que Rodríguez tuvo en los últimos días, Manrique fue contundente: "Andrés Rodríguez no me representa en sus palabras. El tiene el derecho de opinar por él, como yo lo hago por mí. Pero nunca me voy a arrogar la representatividad de la CGT. No puede decir las cosas que dice, con una carencia total de sentido común".
De esta manera, se refirió a los dichos que tuvo Rodríguez la semana pasada sobre la quietud ante el reclamo de los jubilados: "Dijo que era una cuestion táctica. Para eso tenés que tener una estrategia, y para tener una estrategia tenés que tener un objetivo. ¿Cual es el objetivo de la CGT? Porque yo soy el secretario gremial y no lo sé. Las cosas se discuten entre cuatro, a puertas cerradas".
"Te dicen que la CGT no se tiene que involucrar con los jubilados porque es tema de la política, cuando la CGT era la columna vertebral del peronismo. Después se quejan cuando la política te hace a un costado. Eso siempre va a pasar cuando no tomás determinaciones, cuando no te terminás de identificar. Nos pasó lo que nos pasó por querer quedar bien con todos", .
En este sentido, agregó que tanto el movimiento obrero como la política pretenden que la gente los interpreten, cuando "son el movimiento y la política los que tienen que interpretar a la gente". En esa línea, indicó que la estructura dirigencial de la CGT debería renovarse, de cara a las elecciones que tendrán el año que viene: "No tenemos que volver a enamorar a la gente, tenemos que volver a ser la referencia política de la gente. La CGT en los primeros meses se había transformado en la referencia, hasta que encontró el interlocutor y se acabó la acción gremial, que tampoco significa parar todos los días. Es una herramienta que se utiliza en situaciones extremas".