Esta semana comenzó a manifestarse lo que el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional ya había advertido: el período septiembre-noviembre no tendrá un clima acorde a los estándares históricos y el calor se disparará a valores propios de enero.
Así lo corroboran los registros y pronósticos diarios de 14 provincias que marcan un brusco epílogo del invierno, con un alza de la temperatura desde este lunes que tendrá su pico el martes y miércoles. Las marcas oscilarán entre los 32 y los cerca de 40 grados, a medida que el termómetro se vaya desplazando hacia el norte del país.
En la zona central los valores previstos se ubican entre los 33 y los 34 grados, en las capitales de Santa Fe y Córdoba, respectivamente. En esta última provincia la ruleta del clima se vive con especial sensibilidad, debido al alcance de los incendios que desde hace varios días vienen azotando la zona, a mayor altura en las sierras las temperaturas pueden alcanzar marcas aún más elevadas.
En Córdoba esperan con ansiedad lo que han dado en llamar el M-10 (martes 10), con un pronóstico que no descarta que en el límite entre esa provincia y Santiago del Estero las marcas puedan no sólo rondar los 40 grados, sino incluso superar esa cifra.
El riesgo de incendios, en este contexto de calor combinado con vientos, crece en las zonas forestales en función también de haber atravesado un invierno tan frío como seco (la tormenta de Santa Rosa ha sido la excepción de un agosto sin lluvias), lo que ha generado un ambiente propicio para que cualquier chispa se convierta rápidamente en llama.
En la Provincia de Buenos Aires, este frente de calor solo llegaría de manera tangencial, pero de todas formas provocará que las temperaturas en el AMBA lleguen a los 24°.
El fenómeno climático tropical de este comienzo de semana que, abarcará al 60 por ciento de las provincias del país, no se extendería mucho más allá en el tiempo, ya que el surgimiento de otra masa de aire frío proveniente del Sur equilibraría pronto las cosas para volver a tener temperaturas más bien primaverales en todo el territorio argentino.