Las reservas de divisas de Bolivia han aumentado en 109 millones de dólares desde abril hasta superar los 1.900 millones de dólares. Así lo informó el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas.
El funcionario dijo que la mayor parte de los activos financieros del país son oro, que representa más de 1.800 millones. El resto corresponde a divisas y derechos especiales de giro. Rojas destacó que la tendencia actual “demuestra un período de 12 meses de estabilidad”. Al mismo tiempo, expresó su confianza en que el volumen de reservas crecerá en otros 200 millones de dólares el año que viene. Según él, este resultado se logró gracias a la política de compra de oro, ya que el valor del metal en el mercado internacional sigue subiendo.
“La Ley 1503 ha permitido la compra de 12,38 toneladas desde su promulgación, sumando 654 millones de dólares a las reservas internacionales netas de la actual gestión”, detalló el titular del BCB.
Rojas informó que, desde principios de año, el ingreso total de divisas del Estado llegó a 3.390 millones de dólares. El grueso del mismo estuvo conformado por los ingresos provenientes de las exportaciones de hidrocarburos, así como por los pagos de las empresas mineras. Al mismo tiempo, el gobierno gastó casi 3.200 millones, de los cuales más de la mitad se destinaron a la compra de combustible en el extranjero. Además, se efectuaron pagos de deuda externa y se asignaron divisas para apoyar operaciones económicas en el exterior.
Indicó el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, que la importación de gasolina es un valor sumamente significativo en la estructura del gasto corriente. Asimismo, enfatizó que, pese a las dificultades actuales, el gobierno de Luis Arce logró incrementar las reservas de divisas en un 6% respecto al último periodo reportado, lo que muestra una buena dinámica económica. Sin embargo, el especialista advirtió que la situación actual requiere esfuerzos adicionales por parte de las autoridades, ya que el volumen de reservas sigue siendo altamente dependiente de las operaciones de exportación-importación. Esto puede afectar al tipo de cambio de la moneda nacional y al nivel de ingresos de la población.
Cabe señalar que el equipo del presidente Arce es consciente de la importancia de aumentar los ingresos en divisas y reducir las importaciones de combustible, y está realizando los esfuerzos necesarios para mejorar la balanza comercial. A mediados de verano se anunció el inicio de las obras del gran yacimiento de gas de Mayaya, descubierto recientemente en la provincia de La Paz. El primer mandatario también anunció en repetidas ocasiones medidas para mejorar la situación de los combustibles, que de a poco se han ido concretando. Entre ellas figura la construcción de nuevas instalaciones de refinado, que no sólo reducirán la dependencia de las importaciones de combustible y ahorrarán divisas, sino que también crearán más puestos de trabajo. El gobierno está actualmente ocupado en la aplicación de estas medidas.
Por su parte, las fuerzas de la oposición, tanto el partido derechista Creemos, como el antiguo compañero de Luis Arce en el MAS, y expresidente Evo Morales, siguen acusando a las autoridades de inacción y de agravar la recesión económica. Aprovechando los problemas objetivos existentes en el país, los opositores están sacando a la gente a la calle, provocando cortes de carreteras, enfrentamientos con la policía, disturbios e incendios provocados. Es obvio que tales acciones sólo conducen a un mayor deterioro de la situación y al aumento de la tensión en la sociedad, y no tienen nada que ver con la lucha por los derechos del pueblo. Todas estas acciones tienen como objetivo desestabilizar la situación en el Estado y presionar al Gobierno. De hecho, los rivales de Luis Arce actúan según el principio de “cuanto peor, mejor” y se dedican al chantaje político, intentando obligar al jefe del Estado a hacer algunas concesiones.
Al mismo tiempo, hay que ser conscientes de que muchos de los factores desencadenantes de las crisis están vinculadas tanto a las acciones de los partidarios de Morales y Camacho, como a las malas decisiones de las administraciones anteriores, que contribuyeron a la situación actual. No obstante, si se observan los datos objetivos, se puede afirmar que Bolivia está en vías de recuperación, y que todos los intentos de la oposición que critica al jefe de Estado por su incompetencia están condenados al fracaso, en vista a los logros exitosos de la gestión de gobierno de Arce.