Hay muchas dudas en los bloques de la Cámara de Diputados ante la convocatoria para la sesión del miércoles. Hoy por hoy nadie puede saber si se van a alcanzar los dos tercios de los votos necesarios para dar marcha atrás con el veto a las jubilaciones de Javier Milei. En el ambiente se respira un aire de posibles “traiciones” y también se están considerando algunas alternativas.
Por el lado del oficialismo son “prudentemente optimistas” porque saben que la votación será ajustada y consiguiendo que algunos cambien de opinión o estén ausentes podrían bloquear la mayoría especial. Tanto Guillermo Francos como Lisandro Catalán negocian con los gobernadores, mientras Martín Menem hace lo propio con los dialoguistas. “Estamos cerca de 85”, comentaban antes del fin de semana.
El rol de los gobernadores será clave ya que su intervención podría cambiar el resultado. La fórmula jubilatoria consiguió hace dos meses 160 votos a favor y 72 en contra. En esta oportunidad se logró la mayoría especial porque hubo 16 ausentes sino se necesitan 171 para los dos tercios.
Los bloques que están en el centro de la atención son Innovación Federal y por el otro lado el radicalismo. En el caso de Innovación, le dijeron a Infobae que estaban esperando el proyecto del Presupuesto 2025 para decidir el rumbo porque querían saber de antemano los fondos que planea destinar a obra pública o transferencias el Gobierno.
Ellos votaron a favor hace dos meses, pero ahora se baraja la idea de ausentarse o apoyar el veto. Sin embargo, están en una situación incómoda porque tendrán que tomar una decisión antes de conocer el Presupuesto 2025.
El otro bloque, el radicalismo, aún sigue dividido. En la última votación, el bloque apoyó el proyecto sin problemas debido a que ellos lo habían elaborado. El tucumano Mariano Campero avisó que pensaba dar quórum y votar en contra, algo que antes no había hecho. Otros se mantuvieron en silencio.
Los más críticos del bloque, como el sector liderado por Facundo Manes o los diputados de Evolución ligados a Martín Lousteau, desconfían de la conducción del bloque y de la influencia de los gobernadores. Critican, por ejemplo, a aquellos que defendieron junto a los libertarios un decreto que ampliaba los fondos reservados de la SIDE.
Otros diputados fueron más cautos y propusieron un punto intermedio, es decir, insistir con algunos artículos de la fórmula que favorece a las jubilaciones mientras se acepta el veto en otros. Esta idea, que se había planteado informalmente a Milei, permitiría que la oposición consiga al menos una pequeña victoria y que el Gobierno ahorre en costos fiscales.
Representantes de la Coalición Cívica y de Encuentro Federal también están evaluando esta idea, aunque coinciden en que sería imposible llevarla a cabo sin un acuerdo con Unión por la Patria, que tiene la mayoría de los votos.
El bloque menos complicado sería el PRO ya que ellos se opusieron a la nueva fórmula y solo necesitan que voten los siete que estuvieron ausentes en la última sesión. Entre los 37 diputados del PRO, los 37 libertarios y algunos de los partidos aliados sumarían 83 votos estando muy cerca los 85 necesarios para asegurar el veto. De los ocho diputados de Innovación Federal que aún están en silencio, los tres peronistas disidentes de Independencia podrían dar una sorpresa si el gobernador Osvaldo Jaldo, que tiene buena relación con la Casa Rosada, así lo decide.
También podrían sumar votos Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, que podrían influir en algunos miembros de Encuentro Federal que estuvieron ausentes en junio. No es necesario que voten en contra; simplemente estar presentes y abstenerse podría ayudar a alcanzar los dos tercios necesarios.
En total, hay 159 votos a favor del proyecto original, pero ni siquiera este número está garantizado, ya que hay dudas sobre los cuatro diputados peronistas de Catamarca, a pesar de la colaboración del gobernador Raúl Jalil con el Gobierno.
Los negociadores reconocen que la votación será difícil y esperan que la Casa Rosada utilice todos sus recursos para conseguir algunos votos de cada bloque. Aunque no se puede descartar que la falta de habilidad para negociar también cause problemas.