La pobreza alcanzó al 52% de la población en este primer semestre y es el porcentaje más alto desde 2004, por otro lado, la indigencia alcanzó el 17,9%. La estimación la hizo el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
Si se toma en cuenta el mismo período en 2023 los resultados arrojaron que el año pasado la pobreza era del 41,7%, mientras que la indigencia del 11,9%. El director del observatorio, Agustín Silva explicó en Infobae que la situación no es tan crítica como en 2001-2002 porque el desempleo no llega al 20% como en aquellos tiempos.
Silva también contó que hay dos fenómenos que afectan a que los números se disparen. Por un lado, la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y por otro, las bajas remuneraciones de los trabajadores formales del sector privado. Este último grupo gana menos que la canasta básica que llegó a ser en julio de $900.648.
Sin embargo, los indicadores de pobreza a nivel trimestral han registrado una baja y silva explica que esto se debe a la caída de la inflación acompañada de un aumento en los salarios de los empleados formales del sector privado, que recuperaron solo parte de lo perdido en enero, febrero y marzo. En tanto, en el caso de los trabajadores del sector público y los informales, la recomposición fue menor.
Desde el ODSA, notan que la tendencia de la pobreza podría ir a la baja debido a una leve reactivación del consumo junto al aguinaldo, aumento de jubilaciones y mejora en los planes sociales. Sin embargo, desde el observatorio quieren esperar a diciembre para tener una perspectiva más amplia.