La época pide violencia. Desde diciembre del año pasado las políticas económicas de ajuste y desregulación que aplicó el menemismo se repiten con la gestión de Milei. El clima social se densifica. El chiste de "volvieron los '90" no es un chiste, porque aunque cada período tenga sus especificidades, se repiten programas y hasta funcionarios. ¿Y si vuelve el hardcore?
Aunque la movida del hardcore en el presente sigue activa, -Minoría Activa tocó hace menos de un mes en Vorterix-, la vuelta de Lucy Patané a sus inicios con los riff agresivos y la distorsión le rinde homenaje a una Mini Lucy que apareció por primera vez de entre las cintas con grabaciones viejas. Hija de Ruta es el segundo disco del proyecto solista de Lucy Patané, después de su disco homónimo de 2019, que ganó el Gardel a Mejor Álbum de Rock Alternativo en 2022.
Pasar la crisis
Lucy Patané, que hoy en día es multiinstrumentista y ya participó de incontables proyectos musicales con sus guitarras y su voz y fundó bandas como La Cosa Mostra y Las Taradas, -la última es Karma Dron, con Nico Sorin y Proyecto Gómez Casa- se unió a una banda hardcore en el secundario, a los 16 o 17, no se acuerda bien. Aunque ya había cambiado la década, la movida seguía viva y la situación económica de la sociedad argentina seguía sometida a las políticas de derecha. "Panda Tweak: era una banda que ya existía, habían habido unos cambios de integrantes, yo estaba en la secundaria. De Quilmes éramos todos. Yo nunca había tocado ese estilo, medio que lo aprendí con ellos", cuenta en diálogo con Diario Con Vos. Hija de Ruta es el disco que, si hubiese podido, Lucy hubiera sacado en esa época.
El hardcore, una movida que arrancó con pibitos más punks que el punk haciendo pogo en bares de La Boca o en el conurbano bonaerense cuando las posibilidades de futuro tradicional ya estaban rotas, encontró a los jóvenes buscando hacer comunidad, -porque no había jerarquías entre los músicos y el público-, guiados por la autogestión y una reticencia grande a aceptar el aburrimiento. Cantar sobre la desesperación y la resignación al mismo tiempo los salvaba de la paradoja.
Además, alejados de las exigencias de la industria de la música, grababan sus propios temas, gestionaban de su bolsillo los shows y las giras y organizaban círculos de reflexión para que la cuestión antisistema no pasara solo por una descarga de adrenalina cuando un Skinhead facho se cruzaba con un punky ambientalista y había piñas, reconstruyen en Hazlo tú mismx (2020) Andrea Leal y Carlos Sanabria, un libro de entrevistas a músicos y habitués de la escena hardcore que se gestó en Buenos Aires después de la presidencia de Alfonsín. La filosofía de hacer música a lo punk, entonces, acompaña a Lucy Patané desde que la conoció.
El disco
11 temas con una banda en vivo integrada por las baterías de Carola Zelaschi y Roki Fernández (Amor Elefante), el bajo de Santiago Mazzanti (Los Rusos Hijos de Puta) y tres guitarras: Tomi Campione y Juanito El Cantor, que produjeron el disco con ella, y la de Lucy. Conceptualmente, un álbum donde sale a la luz lo abyecto, porque la oscuridad integrada puede mostrar nuevos caminos.
Aunque es duro hasta lidiar con las pequeñas luchas cotidianas, como atravesar Trámites Burocráticos, llega la certeza en coro: /Caímos en la cuenta, el cálculo no cierra/ dicen los gritos colectivos, como la conclusión directa después de masticar el hartazgo. Una advertencia para el poder, pero con conocimiento de que la crueldad de los tiempos que corren está cerca y se te pega fácil. /Vinieron a buscar la paga/, aunque estemos tapados de dudas y deudas. La desesperanza igual puede llevar a la revelación, /un gran combate se ve desde un avión/.
"Me daba cuenta de que este disco iba a ser agresivo"
-¿Por qué le pusiste ese nombre?
Lucy Patané: — Es un error de tipeo. Mi mánager me mandó un mail y me dijo "hay que seguir a la 'hija de ruta'" y después se corrigió y me dijo "perdón, era 'hoja de ruta'". Ahí dije 'gracias, me diste el título del disco'. La forma del título que apareció es un ejemplo de cómo a mí me gusta abordar una obra, que es darle muchísimo espacio a los errores, a los accidentes, porque creo que ahí, en esas cosas, está lo verdadero, lo que después uno puede manipular para hacer una obra.
-¿Por qué volviste al hardcore?
— Creo que en algún punto, siento que este disco es como si me lo estuviese debiendo desde mis inicios en el hardcore. En esas épocas yo no pensaba la idea de hacer un disco solista, ni a palos, y creo que si hubiese existido ese espacio, bah, no es que no existiese el espacio sino que faltaba tiempo, porque me gustaba tocar en bandas o no consideraba que tenía material para hacer un trabajo solista, creo que hubiese hecho un disco bastante similar al de ahora, por eso también me gustó incluir la canción Mini Lucy, que es una grabación que hice a los 12 años, porque siento que de alguna manera le rinde homenaje a toda esa época.
-¿Creés que la sociedad hoy necesita más punk?
— No se qué necesita la sociedad honestamente, quizás más punk en el sentido de buscar salir un poco del sistema. No digo del sistema capitalista porque sería algo muy utópico, pero quizás en la música, salirse un poco de los esquemas y de lo que supuestamente hay que hacer o de a quién hay que parecerse. Creo que hoy podés ser punk sin necesariamente sonar punk. Podés ser punk con tus propias decisiones y tratando de hacer tu camino independiente, con independiente me refiero a eso, a la forma de pensar, a la forma de obrar. Creo que ya va más allá de un sonido. El inicio del punk tiene ese sonido y esa actitud pero hoy ya no es necesario tenerlo para ser punk, creo que hoy se representa en otras cosas.
-¿Estás frustrada con el presente?, ¿sentís que algo de eso está explotado en el disco?
— Sí, me siento muy frustrada como ciudadana y como ser humano, pero a la vez entiendo que siento que estoy siendo parte de un cambio muy grande que está pasando en el mundo en general. Trato desde mi lugar obrar de la mejor manera, seguir haciendo música. Puede ser que esté reflejado en el disco, creo que el disco refleja bastante como un hartazgo que la pandemia y la pospandemia acentuó.
-¿Te considerás pesimista?
Me considero pesimista pero desde el lugar de que siempre me hago la pregunta, o que siempre estoy cuestionando el por qué de las cosas, puedo ser pesimista pero desde un lugar en el que busco comprender qué es lo que está pasando en el mundo. A la vez eso me hace una persona muy positiva, al entender el problema, aceptar el problema del mundo en general, puedo entender que hay otras soluciones.
-Fui viendo las historias que subías a las redes mientras componías el disco y contaste que un poco te obsesionaste con el sonido, ¿por qué te pasó esto con la melodía pero no tanto con el aspecto lírico?, ¿qué querías comunicar a través del sonido que no se podía comunicar a través de los mensajes de las letras?
— Me obsesioné con el audio más que nada porque me di cuenta desde un principio, las pocas cosas que me di cuenta desde un principio, porque como te decía, el disco es una aventura y hay pocas cosas prepautadas que se cumplen, es más bien un viaje bastante lisérgico, pero hay un par de certezas o por lo menos algunos instintos, y me daba cuenta de que este disco iba a ser agresivo. Quería poner el foco en el audio porque quería que desde el audio sea muy agresivo, si bien en un principio busqué la agresividad desde un lugar más punky en el sonido, cuando se empezó a agregar la electrónica me pareció que podía haber un trabajo interesante ahí. Además, desde el audio se dice mucho también, incluso desde la producción.
-El disco está lleno de aullidos, gemidos, gritos colectivos, llantos. ¿Qué creés que le aportan estas formas más guturales?
— Siempre me gustó trabajar distintas voces, creo que es una herramienta más la voz, así como trabajo un montón las guitarras, también me gusta trabajar los colores de las voces.
-El disco tiene una parte folk que siento que se repite en mucho de lo que hiciste como Lucy Patané solista, casi como si te diera identidad. ¿De dónde viene esa parte, por qué la conservás?
— Es una parte que siempre invito en mis proyectos, nunca quiero dejarla afuera, creo que tiene que ver un poco con que mis inicios con la guitarra, con la música, siempre fueron con instrumentos acústicos, y la guitarra acústica siempre fue un instrumento muy presente en mi casa, es un poco la guitarra con la que aprendí a tocar, los pocos estudios que tengo hechos son con la guitarra de nylon, tengo un vínculo con esa guitarra que me gusta mucho y me gusta mucho además escuchar música con esa sonoridad. La he usado mucho con Las Taradas, con El Tronador, en un momento acústico con La Cosa Mostra… hay mucho de eso en mi música y me gusta que siga conviviendo con el rock.
-¿Qué te hizo traer a la mini Lucy?, ¿cómo hiciste para grabar esa canción, tenías un video, era una canción que hiciste de chica y la regrabaste…?
— El track de Mini Lucy es una grabación que hice a los 12 años, en Limbo Estudio, el estudio que tenía mi papá (Ricardo Patané, o Richard Limbo), es la primera vez que grabé muchos instrumentos, que hice como una producción, es un tema familiar, es un tema que cantaba con mi papá y mi hermana (Ana Patané, que sacó un disco homenaje a Hermética este año con arreglos de Lucy). Esos tracks fueron sobreviviendo a los backups de las computadoras, y cuando se lo mostré a los chicos que produjeron el disco conmigo, Juanito el Cantor y Tomi Campione, me sugirieron que la agregue. Yo no lo había pensado, pero ahora me parece que es genial haberla incorporado. Siento que es un poco como la semilla de todo lo que vino después, este disco podría haber sucedido en esos años, de alguna manera. Además le abrí un perfil a mini Lucy, y quién sabe, quizás empieza a sacar música...
-Llegando a otro proyecto, ¿me contás cómo nació Lesbiandrama? Leí por ahí que dijiste que es algo que están craneando con Paula Maffia desde 2007, ¿por qué recién ahora vio la luz, por un tema de tiempos, porque estaban afinando algo del sonido o de lo que querían comunicar…?
— Es un proyecto más con Paula Maffia, con Paula hemos armado La Cosa Mostra, también Las Taradas, también participé mucho tiempo en su proyecto solista, y es un proyecto que inventamos en 2007, por ahí. Siempre supimos que era el espacio para hacer cosas en dúo. Los proyectos que siempre armamos y desarmamos eran grupales, y Lesbiandrama era de las dos. Siempre quedó ahí en stand-by y el año pasado las dos teníamos tiempo y ganas y pudimos encontrarnos y sacamos el EP y un tema más (Canciones de Amor). Es un espacio en el que con Paula jugamos bastante, podemos hacer música y mostrarnos canciones que quizás no encajan en nuestros proyectos solistas, es un lugar en que podemos componer con otro estilo, quizás más ligado al pop.
Lucy Patané presenta Hija de Ruta en Niceto, Niceto Vega 5510, el 7 de septiembre. Las entradas se consiguen por passline.