El Ejército de Israel anunció la muerte de Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, comandante de la Nukhba, la célula de élite de Hamas que planeó y lideró los ataques del 7 de octubre de 2023 en los que murieron casi 1.200 israelíes y otros 251 fueron secuestrados. Su asesinato se dio tras un ataque a un complejo en el que los terroristas operaban en Gaza.
"En una operación conjunta del Ejército y la agencia interior de inteligencia (Shin Bet), las Fuerzas del Aire atacaron un complejo en el que los milicianos de Hamas operaban en Ciudad de Gaza", anunciaron las fuerzas armadas en un comunicado esta mañana. En la operación, ocho milicianos del batallón Daraj Tuffah perdieron la vida, entre ellos Muhammad Wadia.
Según las fuerzas armadas, Wadia participó en la invasión de la comunidad de Netiv HaAsara -colindante con la frontera norte de Gaza-, a la que accedió en parapente, y lideró allí los ataques terrorista de hace casi un año: "Wadia es el terrorista que bebía Coca Cola dentro de la casa de la familia Taasa, delante de los hijos de Gil Taasa, que sobrevivieron a la masacre después de que los milicianos asesinaran a su padre el 7 de octubre".
El video en cuestión al que hacen referencia las fuerzas armadas de Israel es uno que se hizo muy conocido el año pasado, donde se mostraba a un miliciano de Hamas bebiendo gaseosa junto a la heladera de una familia poco después de matar al padre de los menores, que se encontraban presenciando la horrorosa situación.
En esas imagenes se ve a Gil Taasa corriendo hacia un refugio con sus dos hijos cuando lanzan una granada. El hombre, que tenía 46 años, salta sobre la granada y muere, mientras que sus hijos resultan heridos. El miliciano, ahora identificado por los militares israelíes como Wadia, aparece entonces junto a ellos bebiendo tranquilamente una gaseosa.
El bombardeo que mató a Wadia se produjo el sábado en las inmediaciones del hospital Al Ahli, en uno de lo centros más importantes de la zona, aunque el Ejército insistió en que el ataque no afectó a la clínica. Además, señalaron haber matado a otro miliciano de alto rango que llevaba a cabo actividades de ingeniería, como francotirador, operaciones anti tanque y para proveer de explosivos al grupo.
"Antes del ataque se tomaron varios pasos para mitigar el riesgo de herir a civiles", añadió el Ejército de Israel utilizando una frase a la que recurre habitualmente cuando ataca lugares protegidos por el derecho internacional humanitario, como escuelas u hospitales.