En el corazón del microcentro porteño, en la calle Montevideo, se encuentra Pepito, un bodegón emblemático de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde su inauguración en 1950, este restaurante ha atraído tanto a celebridades como a políticos, convirtiéndose en un punto de encuentro obligado. Con un ambiente rústico y una carta variada, la especialidad de la casa son las milanesas, con hasta diez variedades para elegir.
Pepito no es solo un restaurante, sino un lugar con historia. Ubicado a pasos de la Avenida Corrientes, ha sido testigo de décadas de cambios en la ciudad, pero su esencia sigue intacta.
Cuál es el bodegón porteño al que van todos los famosos y que es conocido por sus tremendas milanesas
El bodegón ha recibido a presidentes como Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Néstor Kirchner, además de figuras del espectáculo que solían pasar por allí tras sus funciones en los teatros cercanos.
Hernando Ochoa, uno de los mozos que lleva décadas en el lugar, recuerda los días de gloria: "Venían todos los artistas después de las funciones, sabían que estábamos hasta tarde", comentó en una entrevista. Entre los clientes más recordados figura el Potro Rodrigo, quien prefería sentarse en un rincón alejado de las miradas de sus seguidores.
Sin duda, las milanesas son las estrellas del menú. Con tres tamaños disponibles, los comensales pueden elegir entre una S, M o L, dependiendo de la cantidad de personas. Entre las opciones más pedidas están la napolitana, la Porteña y la Argenta, que combinan ingredientes tradicionales porteños.
Pero no solo hay milanesas: el revuelto gramajo, las rabas, el matambre con rusa y la lengua a la vinagreta son otros clásicos que los porteños disfrutan.
A pesar de su ubicación céntrica, Pepito se destaca por mantener precios accesibles, lo que lo convierte en una opción atractiva tanto para porteños como para turistas. Además, el bodegón ha implementado un sistema de viandas, permitiendo que los clientes se lleven a casa las especialidades del lugar.