Juan Ameri, el exdiputado que renunció a su banca por besarle el pecho a su mujer, criticó a Alberto Fernández

Juan Emilio Ameri, apodado El Diputeta, por besarle los pechos a su mujer en plena sesión remota de la Cámara de Diputados allá por el año 2020 cruzó fuerte a Alberto Fernández, quien por entonces lo había cuestionado por su accionar en aquel momento. "Vino a predicar moral con la bragueta baja", sentenció Ameri sobre el exmandatario.

En medio de la pandemia, Ameri se vio obligado a renunciar a su banca en la Cámara Baja (a la que había ingresado por el Frente de Todos) tras el escándalo que protagonizó con su pareja en plena videoconferencia (modalidad en la que por aquel entonces se realizaban las sesiones de la cámara).

En ese momento Alberto Fernández había hecho duros cuestionamientos contra Ameri por su conducta. Ahora el exdiputado reapareció en una extensa entrevista con el diario Clarín, en la que relató cómo es su vida en la actualidad y critió al expresidente.

"No tengo vehículo, vivo al día en Villa Centenario a 10 cuadras de (Ingeniero) Budge, a 10 cuadras de (Villa) Caraza (Lanús), a 10 cuadras de Santa Marta. Siempre fui esto", contó Ameri, quien ahora trabaja en una pollería familiar en Banfield.

Además, Ameri relató cómo fue su diálogo con los principales líderes del peronismo tras el escándalo que lo eyectó de la Cámara de Diputados: "Inmediatamente hablé con Massa, con Máximo (Kirchner) y les dije que iba a renunciar. Cuando uno comete un error tiene que pagar, como dijo el Diego: ‘Yo me equivoqué y pagué’. Yo me equivoqué y pagué con creces".

"En ese momento, el presidente Alberto Fernández dijo: 'La política se degrada con estos personajes, nosotros somos gente de la política'. Sergio me llamó en cuanto advirtió el tema, me decía lo que pensaba hacer y le dije: 'Por favor hacelo rápido'", agregó.

Tras ello, Ameri cargó contra Fernández. "El que degradó la política es él", dijo y continuó: "Un tipo como ese degrada al propio ser humano. Un hombre que levanta la mano a una mujer, degrada su propia humanidad. Yo cometí un error, él no".

"Alberto Fernández cada vez que le levantó la mano Fabiola, a quien le quiero expresar mi mayor solidaridad, degradó al ser humano más allá de la política. Me jode esa falsa moral porque en realidad el problema conmigo fue una teta. Esta moralina: ‘Ay, le besó una teta’. Si le hubiera dado un beso en la boca no pasaba lo mismo. El problema, entonces, fue la teta. El problema no era mío, el problema era la libido destruida de toda aquellas personas que me juzgaron. Lo mío no fue un acto sexual, lo mío fue un acto de amor", concluyó.

Hace algunos meses La Sala IV de la Cámara, compuesta por los jueces Javier Carbajo, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, confirmó que se comprobó el delito de perturbación al ejercicio de funciones públicas, ratificando así el fallo inicial del juez federal Ariel Lijo, quien lo condenó a un mes de prisión en suspenso.