El gobierno podría hoy extender su “semana negra”, con la aprobación en el Senado de la reforma de jubilaciones impulsada por la oposición que pondría a Javier Milei en el complicado escenario de tener que cumplir con sus amenazas y aplicar su primer veto presidencial.
El proyecto aprobado en diputados incluye actualizaciones mensuales por inflación -como rige ahora por DNU- pero agrega una recomposición extra de 8,1% que se sumaría a la del 12% que ya dio el gobierno para alcanzar a compensar el 20,6% que fue el registro del IPC en enero, el más alto del año.
Pero, además, la iniciativa establece una actualización anual -en marzo de cada año- en base al incremento de salarios (RIPTE); y la obligación para el Ejecutivo de saldar las deudas con las cajas previsionales de las provincias y las sentencias firmes.
En la sesión que se inicia a las 11 horas, el radicalismo votaría en conjunto la ley ya aprobada por Diputados. Con el acompañamiento de la UCR, el kirchnerismo y los senadores de los bloques provinciales, la iniciativa se sancionaría con dos tercios del Senado.
"Si sale como está prevista en el despacho de comisión, seguramente se va a vetar”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “No estamos en condiciones cargarle al estado el incremento que se pretende con esta ley".
Si sale como está prevista en el despacho de comisión, seguramente se va a vetar
Guillermo Francos
La decisión de aplicar el primer veto presidencial, cualquiera sea, tendría altos costos políticos para el gobierno. Estos, sumados a la conformación de la Comisión Bicameral de Inteligencia con Martín Lousteau como presidente, los quiebres por la designación de Ariel Lijo y la media sanción en diputados de la derogación del DNU que entrega 100 mil millones a la SIDE, terminarían de configurar una “semana negra” para Javier Milei.