Cristina Kirchner declara como testigo en el juicio por el atentado contra su vida, del que fue víctima 1° de septiembre de 2022, cuando ejercía la vicepresidencia. Cerca de las 9.30, la protagonista del hecho llegó a los tribunales fuertemente custodiada y con decenas de militantes en las inmediaciones, gritando por ella.
Al inicio de su declaración, la exvicepresidenta se refirió a los hechos de violencia que tuvieron lugar alrededor de su persona en la previa del atentado, como las bolsas mortuorias y las guillotinas frente a Casa Rosada, los piedrazos contra su despacho en el Congreso y los carteles donde se la acusaba de asesina por las vacunas conseguidas en el contexto de la Pandemia. En el caso de las piedras, agregó que "lo curioso es que durante 30 minutos apedrearon y destruyeron el despacho y ni la Policía de la Ciudad ni la Federal en ningún momento lo evitaron", y sumó que la Policía de la Ciudad "hacía tareas de inteligencia" en los alrededores de su vivienda.
También recordó que el atentado se dio en el contexto del juicio en su contra por la Causa Vialidad, y que "cada semana venían a mi casa señoras y señores a mi casa, ponían marchas militares, insultaban un buen rato y se iban. Después del atentado, todos los grupos que me insultaban, desaparecieron". Y agregó: "El fiscal Luciani contribuyó al clima de violencia de manera indubitable”.
Por otro lado, se refirió a los dichos conocidos del diputado Gerardo Milman, que habría dicho "cuando la maten me voy a estar yendo a la costa". "Imagínense a la inversa, que el atentado hubiera sido a Macri, y aparece un diputado de La Cámpora diciendo que lo vamos a matar", dijo, en marcando lo que considera una doble vara y protección mediática con el funcionario del PRO. En este sentido, agregó que borraron el contenido de los celulares de él y sus secretarias.
"Gerardo Milman, casi como un Nostradamus contemporáneo, presentó un proyecto para saber la cantidad de custodia que tenía y dijo 'no sea cosa que intenten matarla y la presenten como víctima'. Después nos enteramos de lo del bar Casablanca", agregó, en referencia a la frase anterior.
En este sentido, Cristina indicó: "Sería muy ingenuo de mi parte pensar que las tres personas que están ahí (Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo) son los que pensaron esto. Ellos solamente son los autores materiales. Uno de ellos pidió que lo defienda Hernán Carrol, vinculado con la ministra de Seguridad de Macri y Milei (Patricia Bullrich)". Cuando le preguntaron por el silencio de Bullrcih tras el atentado y su falta de solidaridad, afirmó que "de ella no me sorprende nada".
Sobre los la jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo, quienes llevan adelante la investigación, afirmó que son "un desastre total y absoluto" y cuestionó que "nunca se intentó dar con los autores materiales" del hecho: "La unificación de la causa de revolución federal con la del atentado fue rechazada por Capuchetti. Eso es el 'Partido Judicial'. Es un problema".
Luego habló de la "violencia simbólica y no tan simbólica" que ha sufrido en su vida desde que fue Presidenta. En este sentido, mostró distintas tapas de diarios y revistas donde la mostraban golpeada, crucificada, y demás caricaturas o imagenes editadas que "violentaban" su imagen. Sobre los motivos de esa violencia, afirmó que fue tanto por su condición de mujer como por su ideología.
En relación con esto, se refirió al rol de los grandes medios en "articular con el Poder Judicial y los grandes poderes económicos concentrados" una suerte de juicio mediático donde se la sentenció antes de que la Justicia se expidiera. "Para mascota del poder no sirvo ni serviré nunca. Y eso les molesta", agregó.
Además, dijo que desde los medios se busca bajarle el precio a la situación que vivió, diciendo que "Cristina se quiere hacer la víctima". "Hay una doble revictimización, porque tengo que probar que no fue mi culpa el intento de asesinato contra mi persona y por la invisibilizacion de todo este procedimiento, de que estamos frente a los autore smateriales pero no los intelectuales", insistió.
La expresidenta recordó cómo fue el momento en que sufrió el intento de asesinato: “Saludé como todas las noches y cuando subo al ascensor con Diego Bermúdez, uno de mis secretarios, me dice: ‘¿escuchaste un click? A mí me pareció un click de un arma’. Después me confirmó que había sido un arma y que había capturado a quien la tenía". Recién cuando llegó a su casa y vio la televisión, vio "la imagen que recorrió el mundo”. "Decían que parecía que yo vi el arma, pero afortunadamente no la vi”, agregó.
"Nunca se me ocurrió que en la Argentina democrática podía haber un atentado. Debí haber advertido los cambios de época. Realmente creía que el pacto democrático del 83 era justamente eso, un pacto, y que la vida del otro no estaba en discusión", aseguró Cristina, y en esa línea respondió que los cordones de la militancia era una costumbre de "siempre, no solo de esas semanas".
"Yo no manejo la custodia, no les tomo lista. El jefe mi custodia es el mismo. Actuaron de la manera que actuaron siempre. Cuidándome, con las instrucciones de que no se pusieran en el medio de la gente y yo. No había forma de impedirlo. Me sigo acercando a la gente, más allá de que ellos no quieren. Pero el custodio hace lo que el custodiado le dice que haga”, explicó.
Sobre los trolls libertarios, a quienes vinculó con los grupos como Revolución Federal, Cristina afirmó: “Son seres muy grises, que si les sacan el celular no son nadie. Viven de los likes, pero son intrascendentes y cuanto más intrascendentes son, más violentos se ponen, porque creen que así van a ser protagonistas”.
Finalmente, se refirió a las consecuencias que el atentado tuvo a nivel personal, afirmó que la afectó tanto a ella como al resto de su familia: “Mi nieta tuvo que tener tratamiento psicológico porque tenía miedo de salir de su cuarto. Helenita tenía miedo que la mataran. Una familia que pasa por eso tiene consecuencias”.
En la previa de su declaración, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aseguró que "nuestro pueblo y nuestra democracia merecen que el intento de magnicidio a Cristina Kirchner sea investigado a fondo y que los autores intelectuales y quienes lo financiaron sean juzgados". "Queremos saber quién mandó a matar a Cristina porque solo con la verdad vamos a poder fortalecer nuestra democracia y construir nuestro futuro. No al #PactoDeImpunidad", cerró.
Ayer, la expresidenta apuntó contra la investigación judicial, afirmando que Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo fueron peones comandados por alguien más, descreyendo de la teoría del "loco suelto". "¿De los autores intelectuales y de los financiadores?… Bien, gracias… Duermen protegidos por Comodoro Py", cuestionó la exvicepresidenta.
"De lo poco que se ha publicado sobre dicho proceso en los medios de comunicación hegemónicos (que claramente lo han invisibilizado), siempre dirigen sus crónicas a acusar a la custodia que tenía como vicepresidenta como responsable del hecho", agregó.
En este marco, compartió un video de casi tres minutos de duración, editado con un resumen de cómo considera ella y su defensa que se desencadenaron y ejecutaron los hechos. Allí retoma los vínculos con personajes de la política que reclama que se investiguen. Finalmente, cierra con una consigna que viene movilizando su militancia: "¿Quién mandó a matar a Cristina?".