“Los recuerdos de aquellos días permanecen vívidos, listos para surgir de los recovecos de la memoria”
Takako es una joven de 25 años que después de un traspié amoroso y ensimismada en un nube de tristeza tras quedarse también sin trabajo, le solicita ayuda a su tío, Saturu, quien administra la librería familiar “Morisaki” ubicada en el barrio de las librerías y editoriales en la ciudad de Tokio.
La chica que no lee, y que hasta ese momento ve a los libros como parte de un decorado, se mudará al primer piso de la librería -“Vivía inmersa en los libros en una habitación de la primera planta, en un ambiente sombrío, húmedo e impregnado por el olor a moho típico del papel viejo”-.
Pero esta primera impresión de su escondite, de a poco iluminará su corazón, no le quedará otra puerta de escape que la entrada a la lectura. Los libros le robarán cada vez más tiempo, leerá, atenderá también el local y conversará con los clientes. Se convertirá en la nueva generación de la librería Morisaki.
Un libro corto y lleno de esperanza que vale la pena leer como para iniciarse en la literatura asiática. Simple, con personajes para abrazar, en una atmósfera de revelaciones que parece siempre iluminada por el sol, los libros son protagonistas, pero la desilusión, el perderse para encontrarse y el renacimiento es más fuerte.
- Mis días en la librería Morisaki
- Satoshi Yagisawa
- Letras de plata
- 155 páginas