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Columnistas

Semana negra para Javier Milei: el bloque de Pichetto frustró la sesión en Diputados y la oposición impuso su fórmula jubilatoria en el Senado

Mientras el escándalo por las denuncia de Fabiola Yáñez crecía, el gobierno de La Libertad Avanza se vio cara a cara con un nuevo Congreso. Un Congreso mucho menos amigable que el que vio durante el primer tramo del año, durante el debate de la Ley Bases.

El miércoles, el bloque de Pichetto hizo una demostración de fuerza e hizo fracasar una sesión en Diputados. Al día siguiente, en el Senado, la oposición quedó a un paso de sancionar una nueva fórmula previsional. La misma que el presidente Javier Milei prometió vetar en caso de convertirse en ley, por atentar contra el equilibrio fiscal.

Para colmo, esta semana, arranca el operativo para voltear el polémico Decreto de Necesidad y Urgencia que amplió en $ 100.000 millones los fondos reservados para la flamante SIDE.

Chiquitos e insignificantes

“Pichetto está feliz, hoy… hasta sonreía”, dijeron el miércoles fuentes de su bloque. Horas antes, su bancada se había ausentado (sin aviso) a la sesión convocada por los libertarios para tratar una agenda de baja intensidad, pero que prometía alto voltaje. Ese día, se colarían en el debate nada menos que el fraude en las elecciones de Venezuela, la visita de libertarios a Ezeiza y las denuncias por violencia de género al expresidente Alberto Fernández por la exprimera dama.

Pero el show fue suspendido al filo del arranque: y sorprendió a todos. Fue cuando el bloque que conduce el rionegrino avizoró que la sesión no sería otra cosa que un “circo romano” en el que se enfrentarían los dos polos que conviven en el recinto (y de los que ellos no participan). De manera intempestiva, definieron no dar quórum. Los libertarios no reunieron los 129 presentes y fracasó la sesión.

El mensaje fue contundente: “Sin nosotros, no pueden sesionar”. Así, le respondieron a los libertarios, que los considera –según aseguran los diputados de ese espacio—un bloque “chiquito e insignificante”.

Fue bajo el argumento de que son apenas 16 diputados que el presidente de la Cámara, Martín Menem, dejó a Emilio Monzó afuera de la comisión Bicameral de Inteligencia, pese a que había un acuerdo político previo en el que los libertarios le habían garantizado una silla allí. También acusan a Menem dar haber dado marcha atrás con los nombres acordados para la AGN. Hasta hace unas semanas, en el entorno del libertario decían que esas tres sillas eran para la oposición, por ser “cargos que le interesan a la casta”. Resulta que, ahora, quieren un lugar allí, para Santiago Viola, el apoderado de LLA en las últimas elecciones.

Pero además de acusar a Menem de romper los acuerdos políticos, en el bloque de Pichetto aseguraron que genera malestar por los manejos que hace en la Cámara baja. “Toma decisiones, recorta, le saca la oficina a la gente, baja contratos: hace lo que se le canta. Como si él fuera el dueño de la Cámara y él es presidente de un cuerpo colegiado”, explicó uno de los diputados de ese espacio.

Era de esperar que, sancionada la Ley bases, empezara una nueva etapa en el Congreso, en la que los bloques dialoguistas –shockeados por los comicios del año pasado—dejarían de ser tan permisivos con el oficialismo. O, como dijo otro de los diputados del espacio que conduce  Pichetto, comenzaría a expandirse “la dignidad reprimida”.

Y así lo sintetizó un tercer diputado de la bancada: “No queremos discutir boludeces”. Y, tras dejar en evidencia que, sin la presencia de su bancada al oficialismo le resultará imposible reunir el quórum, remató: “Ahora, se van a tener que sentar a discutir los temas que ellos quieren, y los nuestros”.

Al día siguiente, en tándem con la Coalición Cívica y un sector de la UCR, los Pichettos convocaron a una sesión para el jueves 15, para voltear el DNU de la SIDE. Dan por descontado que Unión por la Patria se sumará a la embestida. El triunfo de la jugada depende del sector radical que se referencia en Rodrigo de Loredo, que no se sumó al pedido de sesión y no define su postura con claridad.

Una señal de que se viene un nuevo “bloque de Pichetto” (es decir, menos dialoguista) es que lo rebautizaron. “Hacemos Coalición Federal” pasó a llamarse “Encuentro Federal”. ¿El motivo? Suprimir la palabra “coalición”, tras la salida de los Lilitos.

De todas formas, para la opinión pública será difícil dejar de llamarlos como desde el día uno: “el bloque de Pichetto”. 

Revés en el Senado

Horas después de que la sesión se caía a pedazos en Diputados, Unión por la Patria, junto con los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco, además del chubutense José Carambia, lograron imponer el dictamen de mayoría durante el debate en comisión de una nueva fórmula de actualización de los haberes previsionales.

Del otro lado, quedaron los oficialistas y los bloques dialoguistas. En concreto, el texto que se impuso fue la media sanción de Diputados, que Milei prometió vetar.

El oficialismo deberá esforzarse para lograr que, en el recinto, el texto reciba modificaciones que reduzcan el impacto fiscal de la medida. De ser así, la iniciativa volverá a Diputados para su revisión, de lo contrario, será convertida en ley.

Si sucede esto último: ¿Milei cumplirá con su palabra? ¿Vetará el texto? ¿Pagará el costo político de ajustarles a los jubilados? Más de un senador prefiere que ocurra este escenario y no ser ellos los que deban pagar el costo político. “Nosotros no hicimos campaña con el ajuste”, sintetizó una senadora de uno de los bloques “dialolguistas”.

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