Luego del anuncio de la quita de fondos para las líneas de colectivos que circulan en la Ciudad de Buenos Aires, desde septiembre, el gobierno porteño salió al cruce y podría, incluso, judicializar la medida.
En la secretaría de Transporte de la Nación aseguran que dejarán de aportar la subvención a las 31 frecuencias que circulan por territorio porteño. “Se va a hacer [la quita de subsidios a las líneas de colectivo de CABA] de la manera que haya que hacerlo. Si no es por una vía será por la otra”, insisten. Y deslizan que “idealmente” buscan alcanzar una salida “política” al conflicto.
En despachos nacionales se discuten las opciones de publicar un decreto para hacer oficial el traspaso de las líneas a CABA o de alcanzar una suerte de solución acordada entre partes.
Este jueves por la tarde, la Ciudad respondió a una nota que la Nación le había enviado el 19 de julio pasado. En ese documento, que lleva la firma del ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartua, advirtió: “En el caso de que el Estado Nacional no efectivice la parte de las compensaciones que le corresponde realizar, conforme a lo oportunamente comprometido y en el marco de la doctrina de los actos propios, corresponde hacerlo directamente responsable del conflicto que pudiere generarse con las empresas prestatarias del transporte público automotor”.
En el caso de que el Estado Nacional no efectivice la parte de las compensaciones que le corresponde realizar, corresponde hacerlo directamente responsable del conflicto que pudiere generarse con las empresas prestatarias del transporte público automotor
La Ciudad de Buenos Aires defiende que es la Nación quien tiene actualmente el manejo tanto de las tarifas como del servicio del trasporte automotor que transita por su territorio y, por tanto, no puede tomar decisiones si no se hace el traspaso formal. La administración de Macri reclama que si esa medida se efectiviza, también debería estar acompañada con los fondos para subsidiar a esas frecuencias.