Se conocieron las primeras imágenes de las cámaras de seguridad que captaron a los sospechosos que cavaron el túnel de San Isidro para robar el banco Macro. Esto se suma al contrato de alquiler con el que los delincuentes accedieron al galpón desde el que comenzaron la excavación.
El caso está a cargo de los fiscales Carolina Asprella y Patricio Ferrari, que están bajo las directivas del fiscal general John Broyad, que confirmaron que existen imágenes de los sospechosos de la excavación del galpón que usaban como base, en Chacabuco al 500. El allanamiento del galpón, que era un taller en desuso, mostró túneles bifurcados y herramientas para continuar con la tarea de cavarlo: dos barrenas de tierra, soldadoras, amoladoras y palas.
La precisión con la que se realizó el túnel sorprendió a los investigadores, por considerarla una obra profesional y producto de personas con conocimientos en energía civil. Es decir, no eran ladrones amateur, porque construyeron hasta salidas de ventilación.
Según se conoció, el contrato de alquiler con el que los sospechosos alquilaron el galpón para cavar el túnel de San Isidro que desembocaba en el banco Macro tenía varias propiedades como garantía, por lo que quien firmó el contrato es un sospechoso de interés.
En términos de la investigación, el delito es difícil de encuadrar, porque el robo no llegó a ejecutarse. Así opinó Luis Vitette Sellanes, uno de los protagonistas del robo al banco Río en Acassusso en 2006, el "robo del siglo".