Fabiola Yáñez prepara su declaración en la denuncia contra Alberto Fernández

Luego de que se dieran a conocer las fotos de Fabiola Yañez con golpes en la cara y el brazo, la ex primera dama se prepara para ampliar su declaración en la denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género. Para esta etapa, presentaría nuevas fotos, videos y audios como prueba de la presunta culpabilidad del expresidente.

La abogada Mariana Gallegos, que recientemente asumió su defensa, viajará a España al encuentro de Yáñez, quien le va a presentar todas las pruebas que tiene: textos, audios, videos, fotos, documentos y papeles médicos. Le entregará toda la documentación que demostraría que pasó cuatro meses de hostigamiento desde que Alberto Fernández le dio el golpe que le dejó la marca en el ojo.

“Este es el final, yo me quiero separar”, le dijo Fabiola Yáñez tras esa situación, pero el entonces presidente le respondió: “Vos no te vas a ir hasta que yo no termine el mandato, vos de acá no te vas”. Desde ese día, la ex primera dama no volvió a la casa de Olivos y se trasladó con su hijo Francisco a la casa de huéspedes que se encuentra en el predio oficial.

Según se supo, ya no era libre de tomar decisiones, sino que quedaba a la espera de órdenes y solamente salía para ir a actividades oficiales. Las imágenes que se difundieron ayer por la noche son de episodios diferentes ocurridos entre 2021 y 2023, incluyendo el período de embarazo de su hijo, Francisco.

Entre algunas de las imágenes que todavía no salieron a la luz, se vería a la ex primera dama con moretones en la parte delantera del brazo, con la marca de una mano que la presionó. En el último año de la gestión de Alberto Fernández creció las espiral de violencia hacia su esposa. Ella repetía todo el tiempo que se quería separar.

Después de cada golpe, desde el entorno de Fabiola Yáñez aseguran que él le escribía que “era el amor de su vida, que se arrepentía, que estaba muy mal”. Le pedía perdón y le prometía que no lo iba a volver a hacer. También le decía que si ella lo dejaba, él se mataba. De esta manera, el hostigamiento y el acoso fue articulado por el entonces presidente con el seguimiento de personas que le impedían a su esposa poder moverse libremente.