La diputada nacional de La Libertad Avanza Rocío Bonacci, habló sobre la visita a los genocidas presos en el penal de Ezeiza, aseguró que fue a esa reunión engañada y afirmó que la autorización para que el grupo de legisladores hiciera la excursión oficial tuvo el visto bueno de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Ante una pregunta de si Victoria Villarruel estuviera al tanto o si había organizado la visita, Bonacci aseguró que esto lo había "craneado" el diputado Beltrán Benedit, quien en un chat de Whatsapp habría afirmado que "tenían el ok de Patricia Bullrich", ya que es la ministra de quien dependen las cárceles del país.
“Esto estaba todo planeado, de hecho a raíz de los chats que empezaron a circular ayer por la tarde, había una especie de facilitación por parte del Servicio Penitenciario Federal, de Bullrich, para que esto se pueda dar. De todo esto yo no estaba enterada, tampoco había dado un permiso para que me reciban”, reclamó.
Sobre quiénes estaban al tanto del objetivo del encuentro, además de Bullrich, Bonacci aseveró que el presidente de la Cámara, Martín Ménem, y su sobrino Sharif, también lo sabían. "Los que se deberían ir son aquellos que están avalando esta locura, porque dentro del bloque hay muchos más diputados que tienen la misma postura que yo. Son 5 o 6 los que quieren liberar genocidas, los que se deberían ir son ellos”, afirmó.
A su vez, la diputada confirmó en Radio Mitre que todos pudieron ingresar al penal con sus celulares, cosa que en teoría no está permitido: "Nadie nos lo permitió, simplemente nos abrieron la puerta y cuando ingresamos nos recibieron muy cordialmente, y los diputados teníamos todos nuestros teléfonos. Incluso yo, como no participé de la charla, estaba con mi celular atendiendo asuntos personales".
Por otro lado, Bonacci aseguró que ella fue "engañada" y que fue la primera en hacer el reclamo cuando se enteró para qué era la visita que estaban realizando: "No voy a defender un proyecto que tira a la basura 40 años de democracia". “Estoy sorprendida, enojada y horrorizada. Molesta porque no me parece que la gente que nos votó nos haya puesto en este lugar para estar preocupados por estas cosas, hay otras mucho más importantes”, sostuvo.
"Los diputados le estaban proponiendo una especie de esperanza a estos genocidas y ellos se dejaban llevar por la ilusión de tener domiciliaria y morir en sus casas. Se remarcó mucho la injusticia de ser personas grandes, con enfermedades terminales, de estar encerrados en un penal que no reúne esas condiciones. Son genocidas, han hecho tantas atrocidades que hoy en día de lo que menos tenemos que estar pendientes los diputados nacionales es de eso. Si la Justicia determinó que deben estar ahí, ya está”, señaló Bonacci.
Además, reveló la presencia en la mesa de un sobre que decía escrito con birome "Ideas para proyecto de prisión domiciliaria". "Ese sobre fue entregado de manos de Raúl Guglielminetti a Beltrán Benedit. Los represores sabían de la visita, sino no les preparan un manuscrito de ideas de proyecto de prisión domiciliaria para entregárselo a un diputado nacional. No fue algo espontáneo, fue planeado".