El martes 6 de agosto los docentes y los no docentes de las universidades nacionales se reunieron para organizar el plan de lucha, que incluye una movilización para hoy, 7 de agosto, y paros a partir de la semana próxima.
Desde el mes de julio las universidades volvieron a declararse en emergencia porque el presupuesto no alcanza para el pago de salarios. Pettovello les respondió cerrando la mesa de discusión salarial y comunicando datos falsos sobre los sueldos de los docentes.
El gobierno de Javier Gerardo Milei sigue sin atender la seria crisis que atraviesan las universidades nacionales gracias a la motosierra. Luego de la masiva movilización del 23 de abril, que se realizó en plazas de todo el país, siendo la imagen más impresionante la de Plaza de Mayo, a la que acudieron cerca de un millón de personas, el libertario anunció el aumento de un 70% del presupuesto. Pero esa cifra impactante era sólo para el funcionamiento de los edificios, que representa una ínfima parte del presupuesto universitario (5,5%). En julio, los rectores volvieron a declarar la emergencia ante la pronta imposibilidad de para el salario de los trabajadores.
El 25 de julio, la Subsecretaría de Políticas Universitarias envió a las Universidades Nacionales el instructivo para la liquidación de haberes correspondiente al presente mes, en el que se constata un incremento en los salarios del 7.5% respecto del mes de junio del corriente año. El aumento fue impuesto sin ser discutido con las representaciones sindicales docentes y no docentes; una práctica que vienen sosteniendo las autoridades nacionales y que vulnera el derecho a la negociación colectiva.
Este 7.5% sigue siendo insuficiente para lograr la recuperación real de nuestro salario frente a la pérdida acumulada durante el período diciembre/junio. A su vez, la restitución de la cuarta categoría del confiscatorio (recordemos que el salario no es ganancia) impuesto a las ganancias impactará en una franja de la docencia de las universidades, representando en concreto una rebaja salarial. Por esto último, el 1 de agosto la Mesa Ejecutiva de CONADU HISTÓRICA resolvió ir a la justicia contra el mal llamado impuesto a las ganancias, sancionado por la Ley Bases para solicitar una medida cautelar de no innovar.
El 1 de agosto, Pettovello difundió un comunicado en el que declara que los sueldos de la docencia universitaria aumentaron desde diciembre un 71%. Los docentes denuncian la falsedad de este mensaje. La Asociación Gremial Docente de la UBA declaró que era mentira: “Porque desde diciembre nuestros salarios perdieron más de 54 puntos porcentuales. (…) El salario del cargo testigo de la docencia universitaria es de $301.015. La línea de indigencia es de $393.319. El salario que cobra la mayoría de los ayudantes al frente de comisiones en todas las universidades es de menos de la mitad. Ese es el sueldo que nos paga el gobierno de Milei-Pettovello: un salario de indigencia”.
El economista Antonio Rosselló es docente, miembro de AGD UBA y delegado paritario de la CONADU HISTÓRICA, y respondió así a una consulta para ampliar lo que está sucediendo: “Este es un año en el que se viene reclamando desde el principio y ahora se da la vuelta a clases con una baja histórica del salario, la más grande de los últimos 40 años: 57,71% para el personal universitario. Y en solo en ocho meses. (…) Desde que asumió este gobierno, la inflación superó el 134%. Eso afecta a todos los trabajadores –los trabajadores no ocupados, desocupados, activos, jubilados–. Nosotros somos 190.000 familias que dependemos de nuestros salarios universitarios, pero también nos preocupa la situación general.
Dicho esto, para no parecer una corporación extraña o elitista, queremos decir que el salario básico del cargo testigo de la universidad, que es el ayudante que está al frente de un curso –que puede tener hasta 100 alumnos y hasta 15 años de antigüedad, tener título de posgrado– cobra de básico 301.000 pesos por mes. Es el salario básico de la docencia en todos los niveles, desde el inicial maternal, el jardín de infantes, en la primaria, la secundaria, los terciarios, que pagan las 24 provincias. La Nación sólo paga el salario a los docentes universitarios y preuniversitarios, el salario más bajo del país”. Continuó explicando la grave anomalía que significa que Pettovello sea la superministra a cargo de Educación y Trabajo, lo que la hace juez y parte en los conflictos por el salario docente.
“Este año perdimos 55 puntos porcentuales en 8 meses de Gobierno, la caída histórica más grande en los 40 años de democracia que ha tenido nuestro salario. Con un salario de 300.000 pesos, un ayudante que tiene que preparar las clases, corregir los parciales (a veces hasta 100 por curso), tomar los finales, cobra menos de 140.000 pesos por cada uno de esos cursos. O sea, necesita el múltiple empleo porque está debajo de la línea de indigencia del INDEC. Esto trae una masiva cantidad de renuncias. Porque muchos directamente no pueden pagar el boleto y el combustible para ir a dar clases.” Roselló también denunció la deserción de estudiantes por el tema movilidad, especialmente si deben tomar varios medios de transporte por día. Las becas para estudiantes son de 20.000 pesos, entonces muchos no llegan a ir más que a unos 15 días de cursada por mes.
Al analizar los salarios en las universidades, un ayudante de cátedra necesitaría 22 años de antigüedad para superar la línea de pobreza. Si continúa esta depreciación de los salarios docentes, el futuro de la universidad es imposible.
Los universitarios reclaman la apertura de la paritaria, la recuperación salarial y la restitución del Fondo de Incentivo Docente. Por estos reclamos marchan el 7 de agosto a Plaza de Mayo junto a otros sindicatos y organizaciones populares. La movilización se replicará en ciudades de todo el territorio argentino.
Más Información
