Tras la amenaza de Irán, el Gobierno se encuentra trabajando en un plan de evacuación para los argentinos en Medio Oriente. Cabe destacar que el Ejecutivo espera un ataque iraní de gran escala, que incluye objetivos aliados israelíes.
Desde la Casa Rosada aseguraron que tuvieron reuniones con representantes del gobierno de Israel y establecieron contactos con embajadas aliadas para que colaboren en un escenario de evacuación. El objetivo es retirar el personal diplomático de la embajada argentina en el Líbano. "Estamos evaluando un plan de operaciones para poder evacuar a los argentinos de Beirut e Irán. Esperamos un ataque importante y una respuesta mayor de Israel. Ya hay avances en la planificación", señalaron.
Por su parte, Guillermo Francos había dicho ayer que recibió la información de sobre la escalada del conflicto. Además, el jefe de Gabinete anticipó: "Tomamos medidas para proteger a los argentinos y a los diplomáticos que están en El Líbano, que sería uno de los objetivos del ataque".
Diana Mondino también se manifestó al respecto. En ese sentido, la ministra de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que recomienda a los argentinos evacuar la zona de conflicto y postergar viajes. "Frente al riesgo de una posible escalada militar en Medio Oriente, se sugiere a los connacionales que se encuentren en la República del Líbano estar atentos a la evolución de la situación y a los comunicados publicados por las cuentas oficiales de la Cancillería Argentina", sostuvo.
Mataron al líder de Hamás en Irán
Se conoció que la bomba con la que asesinaron al líder de Hamas, Ismail Haniyeh, fue plantada en el hotel de huéspedes de Teherán, capital de Irán, en el que se alojaba casi dos meses antes de su llegada a la casa para hospedarse. El explosivo que terminó con la vida del líder de Hamas fue escondida hace aproximadamente dos meses, informaron cinco de los funcionarios de Oriente Medio que investigan el crimen.
La residencia en cuestión le pertenece al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica y forma parte de un gran complejo habitacional, conocido como Neshat, en un barrio de lujo del norte de Teherán. El atentado se produjo cuando Haniyeh pasaba por la capital de Irán para asistir a la investidura presidencial. El explosivo fue detonado a distancia, cuando Haniyeh se encontraba en su habitación, y se confirmó que murió inmediatamente. La explosión también mató a uno de sus guardaespaldas.
Además, la detonación sacudió el edificio, rompió vidrios y provocó el derrumbe un muro exterior, según los dos funcionarios iraníes, miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica informados del incidente.
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