Activistas del colectivo Futuro Vegetal vandalizaron y destrozaron la casa de Lionel Messi en la isla de Ibiza. En ese sentido, los ecologistas se fotografiaron junto a una pancarta que decía "Help the Planet - Eat the Rich - Abolish the Police", lo que significa "Ayuda al planeta, cómete un rico y abolir la policía".
Al viralizarse la vandalización, los miembros de Futuro Vegetal se justificaron diciendo que, en 2019, el 1% más rico de la población mundial generó la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres. Además, remarcaron que las comunidades más vulnerables son las que sufren las peores consecuencias de la crisis climática.
Incluso, el grupo de activistas denunció la presunta ilegalidad de la mansión de Messi. "Cuando compró la propiedad en 2022, esta carecía del certificado de final de obra y la cédula de habitabilidad necesarios para habilitar servicios básicos como agua y electricidad", indicaron.
El portavoz de Futuro Vegetal, Bilbo Bassaterra, afirmó que este caso demuestra cómo la ley no se aplica de manera equitativa. De todos modos, cabe recordar que la casa del astro argentino ya había sido expedientada por el Ayuntamiento de San José por movimientos de tierra, realización de bancales, cambios en la topografía del terreno y excavaciones para instalaciones realizadas por el anterior propietario.
Futuro Vegetal no sólo apuntó contra Messi en su comunicado. Los vándalos arremetieron contra las políticas medioambientales del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien acusaron de seguir subvencionando a grandes magnates de las corporaciones cárnicas y energéticas, principales responsables del aumento de la temperatura media de la Tierra.