En el contexto económico argentino, el dólar blue, o paralelo, se cotiza a $1.420 para la compra y $1.440 para la venta en la City porteña. Sin embargo, no todos los billetes en circulación son aceptados por las casas de cambio debido a diversos factores que afectan su valor en el mercado.
Las casas de cambio están excluyendo ciertos billetes del dólar, especialmente aquellos de menor denominación y las versiones "cara chica", como los de $1, $2, $5, $10, $20 y $50. La principal razón para esta decisión se basa en preocupaciones de seguridad, transporte y vigencia.
Adiós, dólar blue: ¿Por qué ya no se permiten estos billetes?
Seguridad: los billetes de menor denominación no cuentan con las mismas medidas de seguridad que las versiones más recientes, lo que genera desconfianza en su autenticidad.
Transporte: las piezas de bajo valor son menos prácticos para su movilización en grandes cantidades en comparación con los de mayor denominación.
Vigencia: existe la percepción de que la Reserva Federal de EE.UU. podría retirar de circulación los billetes de cara chica, aunque esta no ha sido confirmada.
¿Qué dicen el Fed?
A pesar de estas restricciones, la Reserva Federal de EE.UU. asegura que todos los billetes emitidos desde 1914 siguen siendo válidos para operaciones globales. La normativa de la FED establece que ninguna emisión ha perdido su valor legal.
El dólar cara chica, en circulación desde 1914 hasta 1996, presenta a Benjamin Franklin en un óvalo pequeño, mientras que el dólar cara grande, emitido desde 1996, incorpora características de seguridad avanzadas, como:
- Hilo de seguridad: visible a contraluz, muestra las letras “USA” y el número 100.
- Banda de seguridad 3D: muestra un cambio en el número 100 al mover el billete.
- Marca de agua: a la derecha del retrato de Franklin, visible a contraluz.
- Sello de la Reserva Federal: incluye una letra y un número debajo.
- Fibras de seguridad: incorporadas en rojo y azul.
Mientras la FED asegura la validez de todos los billetes emitidos, en el mercado paralelo argentino, los billetes más antiguos y de menor denominación son menospreciados. Esta realidad pone en evidencia una desconexión entre la normativa oficial y las prácticas del mercado cambiario informal.