La cercanía que supo tener el kirchnerismo con Hugo Chávez primero, y Nicolás Maduro después, puso en aprietos a Unión por la Patria ante las denuncias de fraude en Venezuela. A casi una semana de las elecciones, que fueron cuestionadas por la oposición de ese país y por buena parte de la comunidad internacional, el grueso del peronismo sigue en silencio.
Hubo apenas un tibio pronunciamiento de los diputados de UP; el Frente Renovador rompió el silencio para ensalzar a su líder, Sergio Massa; y La Cámpora apareció en un comunicado que dice no haber firmado, pero que tampoco se encargó de desmentirlo. El principal gobernador del PJ, Axel Kicillof, titubeó al momento de responder, mientras que Cristina Kirchner rompe el silencio recién esta tarde. Las palabras de la expresidenta ¿ayudarán a alinear a la tropa peronista?
Pese a las denuncias por la falta de transparencia en el proceso electoral; la represión en las calles; la deportación de veedores invitados por la oposición (junto con la des-invitación a Alberto Fernández por decir que si Maduro perdía, debía irse a su casa) a Unión por la Patria le tomó largas horas pronunciarse sobre el tema que mantiene en vilo a la región.
El diputado Eduardo Valdés fue el primero en romper el silencio. Lo hizo el martes –a título personal—en una entrevista con Radio El Destape. Allí, exhortó al gobierno de Maduro a mostrar las actas. “Si esto sigue así, es violencia”, opinó el porteño. Las calles de Venezuela, para ese entonces, ya eran un polvorín.
Al día siguiente por la mañana, los diputados de UP decidieron redactar un comunicado. Para ellos, pronunciarse era cuestión de tiempo. El diputado del PRO, Fernando Iglesias, había convocado para ese miércoles a la tarde a la comisión de Relaciones Exteriores con la intención de para repudiar el fraude en Venezuela.
Politiquería, no
El comunicado del bloque que conduce Germán Martínez se difundió en las redes minutos antes de que arrancara la comisión.
“El Presidente Maduro es el responsable de garantizar que el escrutinio sea transparente, con el correspondiente conteo de votos y exhibición de las actas ante veedores de las fuerzas políticas nacionales e internacionales, como paso indispensable para disipar cualquier cuestionamiento sobre el resultado de la elección”, reza el texto.
Su redacción, según pudo saber Diario con vos, quedó a cargo de Martínez, Cecilia Moreau, Santiago Cafiero, Leandro Santoro y Lorena Pokoik. Como era una jornada agitada, plagada de comisiones, la camporista Paula Penacca entraba y salía del despacho en el sus pares acordaban el texto. Prácticamente no participó de la redacción.
No todos los presentes quedaron conformes con la letra final, pero el texto se publicó igual. “Muy renovador, no nos gustó”, dijo un diputado peronista. Más allá de que por lo bajo repudió el acto electoral, esa misma fuente aseguró que en el texto hay una “macarteada”.
Minutos después de su difusión en las redes, el texto fue leído en la reunión convocada por Iglesias. La misión quedó en manos de Cafiero, excanciller de Alberto Fernández. Pero, antes, chicaneó a sus pares por el silencio en torno a la causa abierta contra Mauricio Macri y Patricia Bullrich por el envío de armas a Bolivia para reprimir protestas sociales, durante la gestión de Cambiemos.
También se atajó: recordó que, durante el gobierno de Fernández, cuando él era canciller, la Argentina planteó la violación de Derechos Humanos en Venezuela en foros internacionales.
“No sé qué querés que te diga”, le respondió Cafiero a su par del PRO, Alejandro Bongiovanni cuando este le preguntó por el párrafo del comunicado en el que se “salvaguarde” la embajada argentina en Venezuela. La pregunta el diputado del PRO era sencilla: ¿salvaguardarla de quién? El excanciller no pudo responder.
Los diputados de UP optaron por leer ese comunicado y no presentar ningún proyecto. Tampoco acompañaron el de Iglesias. “No hacemos politiquería”, fue la explicación que dieron. “Nuestra postura es el comunicado leído”, señalaron. El texto no habla de represión; tampoco se menciona la palabra fraude.
Se habla de “escalada de violencia” y de “enfrentamiento entre venezolanos”. Y se exhorta “a las autoridades venezolanas a que las actuaciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad se realicen de acuerdo a los estándares del derecho internacional”.
“Reafirmamos nuestro compromiso con una América Latina democrática, libre de bloqueos y en paz”, remata el texto.
En el Senado, la bancada que conduce José Mayans permanece en silencio. Siguen esperando la publicación de las actas para pronunciarse.
Massa siendo Massa
Minutos antes de que saliera el comunicado de la bancada de UP, se conoció un pronunciamiento del Frente Renovador. El texto es bastante particular, y hay quienes sospechan que Massa lo impulsó para primerear a los diputados. Desconfían de “los topos” de Massa en el Congreso.
Es cierto: si hubo algo que diferenció a Massa del kirchnerismo fue su postura ante Venezuela. Y en eso consiste, precisamente, el comunicado del partido.
Más que hablar de Venezuela, repudiar la represión, acompañar al pueblo venezolano o lo que fuere, el texto habla de Massa. “Comunicado del Frente Renovador sobre las elecciones en venezuela: cómo hace 10 años, sostenemos la misma posición”, se titula el texto.
Luego de instar al gobierno de Maduro a que publique “de inmediato las actas”, recuerda: “Desde 2013, el líder de nuestro espacio político, Sergio Massa, viene sosteniendo públicamente que un régimen que no respeta los derechos humanos, que detiene a los políticos opositores impidiéndoles presentarse a elecciones, que obstaculiza el trabajo libre de la prensa y reprime a los manifestantes no puede ser considerado verdaderamente democrático”.
Luego, incluye 19 links de tuits y notas periodísticas que confirman que, en la última década, Massa repudió “la dictadura de Maduro”.
Pero el comunicado tiene otro dato llamativo, además de los links autorreferenciales. Incluye un párrafo en el que dice: “Hoy vemos rasgarse las vestiduras a muchos que en los últimos 10 años guardaban silencio cuando planteábamos estas cuestiones”.
¿Se refería a sus socios de Unión por la Patria? ¿A esos que –según sospechan algunos diputados de UP—quiso “primerear” sacando el comunicado antes? ¿A los mismos con los que se alió en 2019?
El extraño caso de La Cámpora y la incomodidad de Kicillof
Más allá de que el líder de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner, avaló el comunicado del bloque, o al menos así lo aseguraron desde el entorno de los autores del texto, la agrupación política ya había aparecido como firmante de otro comunicado.
Fue en uno que difundió el canciller venezolano, Yvan Gil, el lunes, en el que más de 100 agrupaciones, “celebran el proceso electoral y reconocen los resultados”.
“No sé cómo terminó el nombre ahí”, dijeron desde el entorno de Kirchner a este medio. “Nuestras comunicaciones se expresan en redes. Hasta el momento, no hay nada”, agregaron.
La rareza es que los camporistas jamás salieron a desmentir al canciller.
En medio de tanta confusión, silencios y comunicados ambiguos, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue consultado sobre el tema, en la conferencia que dio en medio de la disputa con Río Negro por la instalación de una planta de gas.
“En el caso de Venezuela, para ser muy claro. Escuché ayer las declaraciones del presidente de Brasil, del presidente de México… En el caso nuestro, somos una provincia. Esperamos que esto lo resuelva el pueblo venezolano dentro de la ley y en paz. Eso es lo que tengo para decir de eso. No tengo para hacer declaraciones”. Esa fue su (clara) respuesta.
Ahora, las miradas están puestas en Cristina Kirchner, quien optó por el silencio. Pero usó sus redes para anunciar que hoy a las 15 disertará en el Instituto Nacional de Formación Política de Morena (México).
La expresidenta dará una “ponencia magistral” sobre “Realidad político y electoral de América Latina”.
Buena parte del peronismo, salvo el Frente Renovador, claro, debe estar a la espera de que CFK se pronuncie para salir a romper el silencio, a casi una semana de las elecciones en Venezuela en las que Maduro se autoproclamó presidente, sin ningún documento que lo avale.
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