En la icónica avenida Santa Fe de Buenos Aires, la moda de alta gama ha dado paso a un mar de liquidaciones. La arteria comercial, conocida por su oferta de marcas premium, se ha transformado en un pasillo de descuentos y remates constantes, con carteles de “Ganga”, “Remate total” y “70% off” que dominan las vidrieras.
A pesar de un aumento temporal en la clientela durante las vacaciones de invierno, los comerciantes anticipan una nueva caída en las ventas.
Según una vendedora local, los esfuerzos se centran en liquidar existencias mediante promociones agresivas: "Ya mandamos a hacer los carteles de 3x2, 4x3. Si no rebajás en serio, no entra nadie".
El reino del outlet: la avenida porteña que tiene tiendas con descuentos de hasta el 70% en ropa de primera marca
El panorama es desalentador. Los locales han optado por canastos y mesas improvisadas para exhibir ropa sin marca, en lugar de las elegantes vitrinas tradicionales. En la intersección con Pueyrredón, la ropa se ofrece en canastos de mimbre, un símbolo de la oferta más económica.
Las compras se realizan casi como un “swipe” en aplicaciones de citas, buscando la mejor oferta en un ambiente de gran frialdad y escaso estilo.
La transformación de la avenida también refleja una reducción en la presencia de marcas reconocidas, reemplazadas por tiendas de ropa sin etiqueta (al estilo outlet). No obstante, hay excepciones: algunas marcas emergentes y tiendas de bajo costo han encontrado un lugar en esta área, algo impensable hace solo diez años.
Contexto económico: el desafío de comprar ropa barata
La inflación, que supera el 270% anual, y una caída del consumo masivo del 12,5% en junio han impactado severamente en el sector de la indumentaria y eso repercutió en la venta outlet. Las promociones, como las de Zara, presentan ropa de saldo con fallas visibles a precios reducidos, mientras que otras tiendas exhiben precios tachados en rojo con descuentos que solo se pueden pagar en efectivo.
A pesar de que el rubro de la moda es el que menos ha disminuido en ventas, el optimismo en los comercios puede ser engañoso, dado que la comparación se realiza con un año de ventas deprimidas. Un 35% de los comercios han reducido gastos operativos y un 26,5% ha diversificado productos para compensar la falta de ventas.
El alquiler de locales, aunque ajustado a la realidad económica, sigue siendo un desafío. La avenida Santa Fe muestra una tendencia hacia el ajuste y la adaptación, con muchos locales de ropa sin marca y sin identificación visible, reflejo de la actual crisis y la necesidad de sobrevivir en un entorno comercial en constante cambio.