Este miércoles la organización Templo de Satán: Satanistas y Luciferinos de Chile- que profesa un culto a la figura reconocida por la tradición cristiana como "el maligno"- se presentó ante el Ministerio de Justicia de ese país para presentar su Acta Constitutiva, con la cual busca conseguir su reconocimiento legal como asociación religiosa.
En caso de que se acceda a su solicitud, se transformarían en la primera organización de este tipo que sería formalmente reconocida en América Latina.
Los líderes de la asociación señalaron que con el registro pretenden diferenciarse “de conventículos y cultos no reconocidos que, con sus prácticas y sus acciones, dañan la imagen de las tradiciones paganas en lo general y del satanismo en lo particular”.
De acuerdo con un reportaje publicado por una radio local, los satanistas alegan que no pretenden imponer a nadie nuestra su visión de las cosas o del mundo, "no imponemos nuestras creencias a nuestros vástagos, ni a persona alguna, pues estamos a favor de la libre determinación de la personalidad” y recalcan que su presentación formal es el resultado “de muchos años de trabajo legal coordinado”.
No queremos imponer a nadie nuestra visión de las cosas o del mundo, no imponemos nuestras creencias a nuestros vástagos, ni a persona alguna, pues estamos a favor de la libre determinación de la personalidad
En cuanto a sus lineamientos, destacan que “estamos en contra del maltrato animal, en todas sus modalidades. También, estamos en contra de que, ministros de culto intenten imponer sus visiones dogmáticas en asuntos de gobierno o de leyes que sólo competen a una sociedad laica decidir”.
Ante la posibilidad de que el Estado reconozca este culto, no tardaron en aparecer objeciones. “Chile no puede convertirse en la cuna del satanismo en América Latina”, reclamó el diputado Mauro González, quien llamó al ministro de justicia a rechazar la presentación. “La libertad de conciencia y, por consecuencia en este caso, las libertades de expresión y asociación reconocen límites que el Estado debe resguardar”, agregó.
“En ninguna parte de Latinoamérica lo han podido lograr y Chile no puede ser la excepción. Por eso hemos oficiado para que el Ministerio de Justicia entregue toda la información y desde ya solicitar al gobierno que no puedan abrir las puertas al satanismo”.