Desde los Estados Unidos, en una nota por teléfono en un programa que conduce el modelo Horacio Cabak por La Nación Más, el presidente Javier Milei anunció una medida que según el Gobierno es “histórica” para tratar de contener el dólar y exterminar la inflación.
A su lado estaba el ministro de Economía, Luis Caputo, que empezó a tuitear un detalle de lo que trabajosamente el jefe de Estado estaba tratando de explicarles a sus interlocutores en TV. Como no quedaba del todo claro, “Toto” fue respondiendo consultas también en la red social X. Más tarde dio una entrevista por radio.
La novedad es que el Gobierno modificará desde el lunes su estrategia en el mercado de cambios, ya que no sólo comprará divisas al tipo de cambio oficial, sino que pasará a intervenir directamente vendiendo una parte de lo que haya sumado a las reservas en uno de los segmentos paralelos, el llamado “contado con liquidación (CCL)”, que funciona a través de una operatoria con bonos y acciones.
El objetivo presentado por el equipo económico es “congelar” la cantidad de pesos que hay en circulación. Los billetes que se emitan desde el Banco Central para comprar los dólares genuinos del comercio exterior -que valen ponele $900- los absorberán cuando entreguen una parte de esas divisas en el CCL, que hoy ronda los $1400.
El Gobierno enfatiza que de esa manera se garantiza la “emisión monetaria cero” por todo concepto y que la fijación de la cantidad de pesos profundizará la desinflación y, sobre todo, frenará el aumento de las cotizaciones paralelas.
“Voy a sacar todos los pesos para que no vayan al dólar”, aseguró el Presidente, que graficó la decisión así: los que se quieren dolarizar tendrán “un revólver con balas de cebita”..
Pero la nueva estrategia, sin embargo, generará al mismo tiempo una menor acumulación de reservas de las que se iban a sumar porque ahora se estará resignando una parte para ofrecerlas en el mercado del dólar paralelo que usan las empresas.
Además, aunque se diga que se trata de medidas para garantizar que “cierran las canillas de emisión”, el solo hecho de avisar que el BCRA jugará oficialmente en el CCL es un mensaje de que habrá controles cambiarios para rato, o sea de que en este caso la libertad no avanza.
El tema es que si la falta de noticias sobre el levantamiento del llamado cepo cambiario había sido justamente el motivo de la decepción de los financistas que gatilló las turbulencias tras la conferencia del Ministerio de Economía aquel viernes 28 de junio, ¿por qué ahora podría haber una reacción positiva?
El giro “histórico” comunicado a través de La Nación Más, Twitter y Radio Mitre con el Presidente y el titular del Palacio de Hacienda a 15000 kilómetros de Buenos Aires tiene más pinta de reacción nerviosa luego de que el dólar blue tocara los $1500 el viernes, antes que ser un “golpe de knock out a la inflación” como dijo Caputo.
Ayer al mediodía, en el equipo económico estaban muy atentos a las reacciones de referentes de la consultoría económica y traders de la City frente a los anuncios.
El dólar crypto, una cotización paralela que sirve de operar con criptomonedas es la droga de los fines de semana de incertidumbre cambiaría. Había una tensa calma: se movía entre los $1450 y los $ 1460. A seguirlo en la previa de la final de la Copa America.
En el WhatsApp de un integrante de la mesa chica económica entró tipo 13hs un mensaje alentador de parte de un broker: “Esto tranquilizará a los gerentes financieros, bajará la brecha; me gusta, lo apruebo”.
Sin embargo, en la red social X parecía haber más dudas y pesimismo que otra cosa. El analista financiero Christian Buteler resumió, contundente: “Pasaron toda la semana diciendo que la suba del dólar no preocupa, que la brecha volverá a bajar, que la emisión para comprar dólares era buena y el sábado a la mañana salen con una medida que marca todo lo contrario. Eso también genera expectativas, y no buenas precisamente”.
Es que Milei se enfrenta a una paradoja: mientras se abraza a la “emisión cero” de pesos como respuesta a todo, el mercado financiero le presta más atención a las señales que emite, que no son nada tranquilizadoras.
¿Por qué se saca e insulta a profesionales de su palo ideológico que le sugieren que algo no cierra con el tipo de cambio pero de golpe toma medidas de intervención en el CCL que -sin juzgarlas ahora- siempre fueron contrarias a su ideario?
¿Cómo se entiende que alienta el libre mercado pero ante decisiones individuales escracha empresas en público como Swiss Medical o Banco Macro? Más allá de lo que haya para objetar en el accionar de cada caso, ¿no imperaba la interacción de los actores económicos y el Estado tenia garras?
¿Qué dice de un plan económico que después de aprobar las leyes clave que pedía para poder gobernar y firmar un Pacto de Mayo con 19 gobernadores no logra estabilizar las variables financieras?
¿Cómo se ve un gobierno en el que caen funcionarios todo el tiempo y en el que esta semana voló un secretario de Agricultura porque le cayó mal un posteo a un puntero del Presidente en Twitter?
Parecen todos temas menores mientras los resultados en la cancha más o menos acompañan, con inflación alta pero en baja, dólar tranquilo y banca social pese a la malaria, sobre todo por el recuerdo de los que se fueron.
Pero un par de semanas con el blue en los zócalos de canales de noticia y los precios de los alimentos despertándose por las heladas o la calentura en las cuevas cambian el clima muy rápido. Le ha pasado a tantos gobiernos que no sorprende. Se empiezan a ver las costuras de todo. Los capos de ayer pueden pender de un hilo hoy.
Encima hay muchos que orinaste en empresas o consultoras con menos ganas de ayudar que al principio. De pronto, todo parece como a las apuradas, como si las decisiones no surgieran de una base estable, coherente.
Los recuerdos de la crisis de 2018 que gestionaron muchos de los mismos nombres están a la vuelta de la esquina. Encima hay palabras repetidas. Déficit cero. Emisión cero. Digamos, o sea.
En la semana en la que finalmente debutó el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, con otro viejo conocido como Federico Sturzenegger a la cabeza, el Gobierno terminan anunciando la regulación estatal del mercado del dólar CCL, que además se hará a través de un Banco Central que supuestamente era independiente. Clarísimo
Frente al mix de sensaciones que causó este sábado de arrebato de anuncios a la distancia y contradicciones en un tema tan delicado como el manejo del dólar, una alta fuente de la conducción económica revela las cosquillas en los esfínteres hasta que abran los mercados, como si todo pudiera pasar: “Puede haber un gap ente los analistas teóricos de largo plazo y los que operan en el mercado. Quizás”.