Un suboficial del Ejército está acusado de abusar sexualmente de una soldado voluntaria que estaba bajo su mando, por lo que fue procesado, aunque por ahora no está detenido.
En este contexto, la víctima denunció que el militar aprovechaba momentos en los que estaban solos en una oficina para “levantarle la remera, tocarle sus pechos, intentar besarla en su boca y cuello, tocar su cola, colocar las manos en su cintura y empujarla contra él para que sintiera su pene erecto”.
Todos estos hechos habrían ocurrido entre noviembre del 2022 y febrero del 2023. Después de la denuncia, el suboficial fue desplazado por un sumario y una actuación interna del Ejército. Cabe destacar que tuvo que intervenir una oficial jerárquica del Punto de Enlace de Género de la guarnición que funciona cerca de La Plata y el sospechoso fue sancionado por las autoridades.
Según sostuvo el juez Kreplak en el procesamiento, el relato de la joven se mantuvo siempre coherente y firme. “Todo ello, valiéndose de su posición de poder como superior de la nombrada en el marco de una estructura fuertemente jerarquizada como la del Ejército Argentino”, recalcó.
Además, el magistrado sostuvo que el acusado, de 48 años, aprovechaba momentos en que se encontraban solos, y con la puerta de la oficina cerrada, para levantarle la remera, tocarle sus pechos, intentar besarla en su boca y cuello, tocar su cola, colocar las manos en su cintura y empujarla contra él para que sintiera su pene erecto, estirarle por detrás su pantalón para ver que ropa interior tenía puesta, entre otras situaciones que describió. “Estas conductas, según precisó, se repetían dos o tres veces por semana. Además, refirió que, a través de WhatsApp, le pedía que le enviara fotos de cómo estaba acostada o de lo que estaba haciendo en ese momento”, remarcó.
Finalmente, al suboficial lo imputaron por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, que prevé penas de entre seis meses y cuatro años de prisión. Sin embargo, Kreplak determinó que el acusado no tiene que estar tras las rejas durante el proceso, porque no existen riesgos procesales de que interrumpa la investigación.