Macri volvió a Madrid para retomar sus actividades personales tras su fugaz participación en el Pacto de Mayo. El expresidente se quedó con un sabor amargo tras su visita a Tucumán ya que no pudo estampar su firma en el acuerdo ni participó de la foto oficial del encuentro.
Macri había viajado a Argentina con el exclusivo motivo de asistir al Pacto de Mayo, a donde fue invitado en clave de exmandatario. Los otros exjefes de Estado, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, por su oposición al gobierno de Milei decidieron no asisitir, mientras que Eduardo Dhualde e Isabel Martínez no partiparon por razones personales.
De este modo, Macri iba a ser el único expresidente junto a Adolfo Rodríguez Saa, quien tuvo un fugaz paso por el Sillón de Rivadavia durante los pesados días de diciembre de 2001. Por ello, la presencia de Macri implicaba un claro apoyo a la gestión de Milei.
El líder del PRO pretendía que su firma quedara estampada en el documento oficial junto al resto de los gobernadores. Desde el entorno del libertario le habían confirmado que su rubrica estaría allí. Sin embargo, desde el entorno del Presidente le hicieron una mala jugada: su firma quedó estampada junta a la del resto de los cientos invitados, mientras que el documento oficial quedó reservado solo para los gobernadores.
Macri tampoco participó de la foto de Milei junto a los 18 mandatarios que adhirieron al documento. Así, el dirigente amarillo se volvió a Europa con las manos vacías. Según sospechan desde el entorno de Macri, la sucia jugada que le propinaron fue obra de Karina Milei y Santiago Caputo, alfiles del Presidente, y de los funcionarios más reacios a integrar a dirigentes del PRO dentro del Gabinete.
Mientras tanto, aun se habla de la posibilidad de la formación de un interbloque en el Congreso entre el PRO y LLA. Macri en su regreso a Madrid no manifestó gestos de disgusto, la jugada de Milei pareciera haber sido todo ganancia para el libertario, pero si algo se conoce de Macri es que no olvida ninguna ofenza.
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