Rusia bombardeó un hospital pediátrico en Ucrania y dejó al menos 38 heridos, según el recuento de las autoridades. Más de una ciudad se vio afectada por el ataque y los organismos internacionales reaccionaron con una condena a la orden militar.
Un misil ruso cayó sobre un hospital pediátrico en la capital de Ucrania, Kiev, donde los rescatistas se dedicaron a buscar sobrevivientes bajo los escombros de la gran estructura demolida. El jefe de Gobierno local, Oleksandr Vilkul, describió el ataque ruso como un ataque masivo de misiles.
El ataque militar de este lunes azotó cinco ciudades ucranianas con más de 40 misiles y derrumbó edificios de apartamentos e infraestructura pública, informó desde sus redes sociales el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Al menos 31 personas murieron y 37 resultaron heridas sólo en la localidad de Krivói Rog, en el centro de Ucrania.
"Es muy importante que ahora el mundo no guarde silencio sobre ello y que todo el mundo vea lo que es Rusia y lo que está haciendo", dijo Zelenski también.
Según el informe del alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, hasta el momento se ha confirmado la muerte de dos adultos en el hospital infantil Okhmatdit, uno de ellos, médico. Además, ha habido al menos 16 heridos, entre ellos siete niños, por el bombardeo.
El ataque con misiles trajo repercusión entre los organismos internacionales. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, lo condenó y aseguró que los aliados decidirán reforzar el apoyo a Ucrania en su cumbre anual, que se celebra esta semana -y durará tres días, en los que los líderes de los 32 países que la conforman tratarán temas económicos y militares.
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