Son tiempos turbulentos puertas adentro del PRO. Sin embargo, Mauricio Macri supo jugar sus cartas y levantar su imagen política. En pleno tire y afloje entre el expresidente y Javier Milei, los mercados se revolucionaron con las medidas anunciadas por Toto Caputo y el mismo día, la Fundación Pensar -think tank del macrismo- sacó un informe analizando la situación actual del país, criticando duramente la gestión actual. Después llegó el alejamiento de Patricia Bullrich de la Asamblea partidaria, generando un quiebre dentro del PRO.
Mientras esto pasaba, Mauricio Macri estaba en Madrid con el economista de la Fundación Libertad de Rosario, Nacho Bongiovanni. La institución invitó al expresidente a un evento liberal en España, pero Macri seguía anoticiándose de las novedades de lo que pasaba en la Asamblea por teléfono. El líder del PRO ya había pactado que la presidenta de la Asamblea del partido -que define las alianzas electorales- sería la propia Patricia Bullrich. Sin embargo, las diferencias políticas entre ambos se hicieron notar y se rompió el trato.
Como consecuencia, también se quebró el PRO. La sesión llevada a cabo el 4 de julio terminó con un escándalo, entre gritos y reproches. El ala macrista apartó a Bullrich de la Asamblea y puso a Martín Yeza para que presida el organismo. Esta reunión marcó el fin de la relación entre ambas alas que conformaban el PRO. “Se quedan con un partido chiquito, de amigos, de perdedores”, dijo Pablo Walter, uno de los hombres de mayor confianza de la ministra de Seguridad.
Estos conflictos, sumado a las constantes críticas de Macri a Milei pusieron en duda la participación del expresidente en el Pacto de Mayo de Tucumán. Desde el gobierno tenían la misma inquietud sobre su participación, ya que tenía su lugar asegurado en el vuelo, pero nunca llegó la confirmación. En tanto, Macri desde Europa le confirmó al propio presidente que estaría presente en la firma.
La decisión de correr a Patricia Bullrich del PRO elevó la interna y, como consecuencia, impactó en su vínculo con Javier Milei. Sin embargo, el expresidente será cortés y participará de un abrazo diplomático con el actual mandatario. Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Eduardo Duhalde ya dijeron que no van a participar. Tampoco lo hará Isabel Martínez de Perón, por lo que Macri será el único presidente electo democráticamente en la foto.
Tras presentar el informe de la Fundación Pensar con un balance de los primeros seis meses de gobierno de Milei, desde la Rosada decidieron ignorarlo. El texto critica duramente la gestión libertaria, el desarrollo parlamentario, la economía entre otros puntos claves que molestaron en Balcarce 50. Según el medio digital Infobae, Manuel Adorni en una de sus conferencias dijo que el comunicado "ni lo leímos".
Macri, por su parte, mantuvo un silencio político estratégico hasta la aprobación de la Ley Bases. El PRO está organizando un gran acto en agosto donde convocará a dirigentes de todo el país, intendentes y gobernadores, una muestra de unión y volumen de cara a 2025. Además, empieza a distanciarse del gobierno actual y a marcar sus diferencias: van a a poyar a Milei pero de forma autónoma.
Por otro lado, pretenden impulsar su propia agenda legislativa en el Congreso y discutir muy a fondo las leyes que proponga el oficialismo. Tampoco pierde de vista las negociaciones por los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla a la Corte Suprema que promueve Milei y tiene ciertos reparos sobre la postulación del primero de ellos, que va a dar a conocer tarde o temprano.
A su vez intenta federalizar el partido, para lo que Ignacio Torres, actual gobernador de Chubut, propuso hacer una reunión de la mesa política del PRO allí, aunque todavía la fecha no está confirmada. Sin embargo, la intención del gobernador patagónico es que se concrete en el segundo semestre con la presencia del propio Macri.