La interna del PRO terminó de estallar este jueves durante la Asamblea del PRO. Lo ocurrido en el Hotel Abasto fue la crónica de un desplazamiento anunciado. Tal cual comenzó a rumorearse los días previos, el macrista Martín Yeza quedó al frente del cuerpo encargado de definir las alianzas partidarias, y no Patricia Bullrich. En el entorno de la ministra de Seguridad hablan de traición. Aseguran que el acuerdo con Mauricio Macri, cuando este recuperó las riendas de su creatura, había sido que ese lugar era para ella.
La silla que ahora ocupa el exintendente de Pinamar resulta clave en un momento en el que el PRO se encuentra en un “no lugar” a raíz de la irrupción de La Libertad Avanza. Para colmo, Javier Milei le augura a ese partido una “fusión” con el partido libertario. Básicamente, lo estaría condenando a la desaparición.
Dicho sea de paso, “El Jefe”, Karina Milei está trabajando para consolidar a LLA como un partido nacional. Así dejarían de depender de sellos y partidos prestados y, por tanto, ganarían mayor autonomía que en los comicios del año pasado. Con ese operativo en marcha, las chances de concretar una alianza PRO-LLA en las elecciones del año que viene se alejan cada vez más para Macri. Y con eso, su incidencia en el armado de las listas, también.
Ante este escenario –impensado cuando se selló el “Pacto de Acassuso”—, el PRO se dirime entre hacer “seguidismo” y terminar siendo fagocitado por los libertarios, luego de que en las elecciones del año pasado, LLA le arrebatara su discurso y electorado. O bien, resistir, y recuperar la identidad del partido fundado hace casi dos décadas, para volver a ser una opción en la góndola, de cara a las elecciones del año que viene.
Duro de matar versus Sexto Sentido
“El PRO es Bruce Willis”, sintetizó una fuente a este medio. ¿La alusión era por su actuación en Duro de Matar? La saga en la que actor interpreta a John McClane, un detective que combate a los enemigos más impensado… No precisamente. Se refería a la película Sexto Sentido en la que el actor nacido en Alemania interpreta al psicólogo Malcolm Crowe quien, como sintetizó esa fuente –spoiler alert—, “es el último en enterarse de que está muerto”.
Más allá de una cuestión de egos, conveniencias o revanchismo (por parte del expresidente por no haber recibido los lugares esperados en el Gobierno) la pelea entre los popes amarillos responde a qué posición tomará el PRO frente a La Libertad Avanza.
Al menos al día de hoy, desde el oficialismo (con Bullrich incluida) definen al partido de Macri como “aliado incondicional”, sobre todo por el acompañamiento sin “peros” que le dio durante los seis largos meses que duró el debate por la Ley Bases.
¿Qué prefiere Macri? Desplegar un “apoyo crítico”. En otras palabras, marcarle la cancha al Gobierno, como hizo en los últimos días, al reclamarle al Poder Ejecutivo que cumpla con el fallo de la Corte y gire los fondos de la coparticipación porteña.
Así las cosas, el partido que este año cumplirá sus dos décadas se dirime entre ser el protagonista de Duro de Matar y resistir, o bien, darse por muerto, como Crowe en Sexto Sentido y quedar en manos de los libertarios.
Por lo pronto, en la asamblea que se celebró este jueves en las inmediaciones del Abasto, no solo se votó para que Yeza quede al frente de ese organismo. También, hubo una moción para rechazar cualquier tipo de “fusión” pero sí permitir alianzas.
Por ahora, se impone McClane. Pero… ¿resistirá?
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