El ministro de Economía, Luis Caputo, criticó a los economistas que advierten sobre las incongruencias en el plan económico y el discurso político, luego de que el Gobierno marcara un récord de emisión de pesos durante el primer semestre del año.
“Jamás creí que la deshonestidad intelectual iba a llegar al límite de leer colegas quejarse porque suba la Base Monetaria”, escribió.
En su cuenta de X, Caputo explicó la diferencia entre la emisión y la expansión de la base monetaria. “Que suba la base monetaria ES precisamente lo que queremos que pase. Esto NO es emisión monetaria, sino cambio en la composición de pasivos del BCRA, que pasan de remunerados (pases) a no remunerados (BM), producto de la baja de la inflación”.
Según los datos del Banco Central, para el 15 de diciembre de 2023, había 9.920 millones de billetes circulantes en el país. Casi seis meses después, para el 31 de mayo, esa cantidad se había incrementado a 11.537,5 millones, es decir, un 16,3% más.
El valor nominal de la base monetaria en circulación, en tanto, se incrementó un 83% desde la misma fecha hasta el 24 de junio. Pasó de 9.770.222 billones de pesos a 17.940.751.
Frente a estos datos, uno de los primeros en apuntar al ministro de Economía fue Carlos Melconian, quien destacó el “pacto en materia fiscal” pero cuestionó la sostenibilidad del programa impulsado por Caputo.
“Lo que ocurrió en el primer semestre se trataba de un ingenioso plan financiero para atacar una herencia difícil. Lo que se percibe es que no era sostenible en el tiempo, era un plan financiero con fecha de vencimiento, el plan financiero que hasta acá se agotó”, opinó.
Lo que ocurrió en el primer semestre se trataba de un ingenioso plan financiero para atacar una herencia difícil. Lo que se percibe es que no era sostenible en el tiempo, era un plan financiero con fecha de vencimiento, el plan financiero que hasta acá se agotó
Gabriel Rubinstein, exfuncionario del Gobierno de Alberto Fernández, también elogió las intenciones fiscales del Poder Ejecutivo, aunque dejó en claro los problemas de la expansión de la base monetaria. “Eso desmerece el ajuste fiscal y eso presiona al dólar”, advirtió.
El exviceministro cuestionó la idea de que la recesión actual era inevitable, argumentando que el ajuste fiscal no debería haber sido recesivo porque sustituía el impuesto inflacionario. Además, la devaluación pretendía reducir la brecha cambiaria sin afectar gravemente los salarios. “El PBI ‘no agro’ debía haber bajado aproximadamente 1%, no alrededor de 6%, en estos seis meses”, según sus cálculos explicó.