Las empresas argentinas comienzan a sentir las repercusiones del mileísmo y se suman voces que cuentan cómo encaran los procesos de producción con una economía en la que bajó la inflación pero en la que también cayó estrepitosamente el consumo y está en recesión. Así lo caracterizó el dueño de Isadora y Todo Moda: "No puede ser que esto sea la segunda parte de Menem".
Martín Castelli, fundador y presidente de Blue Star Group (BSG), empresa dueña de Isadora y de Todo Moda, se refirió a la situación económica que atraviesa la producción y ponderó: "Antes, nuestra fábrica de argentina tenía costos un 10 por ciento más caros que China, pero hoy producir es el doble de caro que China". El empresario explicó que el modelo está convirtiéndose en uno netamente importador, porque "no se puede exportar nada" y denunció una suba de las tarifas.
Ante la recesión económica, Castelli se refirió a que la Argentina debería fijarse en "la micro y la macro (economía)" y que necesita un modelo que contenga "una revolución". En este sentido, sostuvo: "Argentina necesita una revolución de trabajo. No puede ser que esto sea la segunda parte de Menem".
El empresario compartió su panorama en una entrevista con La Fábrica Podcast, un proyecto de difusión del sector empresarial joven del país, muchas veces con visiones contrarias al empresariado tradicional.
Sobre el modelo económico del país de Milei, destacó que: "La exportación, el trabajo y la industria tienen que estar en el plan. Me preocupa la micro, pero la macro también, qué idea de país tenes, qué modelo. Hoy ajustamos todo lo monetario, los números sueltos te dan, pero hay recesión, te vas para el desempleo, la industria se golpea, se retrae".
Madanes Quintanilla, el dueño de FATE y de Aluar, ya se había pronunciado contra las políticas económicas de Milei en uno de los episodios del podcast: "Hay que unirse para reclamar condiciones de competitividad razonables. Si nos quedamos (los empresarios) en una situación de resistencia, nos va a ir mal. No hay que aguantar, hay que atacar".
No todo el sector empresario critica las políticas del presidente: por ejemplo, el dueño de la cadena cordobesa de heladerías Grido, Lucas Santiago, dijo: "Yo estoy entusiasmadísimo y esperanzadísimo de que esto llegue a buen final", cuando fue consultado por los conductores del mismo podcast.