Muchas cosas se pueden mencionar con respecto a los efectos negativos del gobierno de Javier Milei, pero si hablamos de alimentos, quizás el que más se destaca es el caso de la lechería, que se hunde día a día y parece ir camino a la destrucción.
¿Por qué? Porque el combo en la lechería es perfecto. Los precios no dejan de aumentar, los consumidores no pueden pagar por esos alimentos y la producción y el consumo continúan cayendo mes a mes.
También se podría decir que el consumo argentino de carne vacuna es el peor en los últimos 30 años, con solo 44 kilos por año en enero-mayo de 2024, quedando 16% por debajo del promedio correspondiente a enero-mayo de 2023 (-8,3 kg/hab/año).
O mencionar que la actividad industrial se desplomó 14,2% anual en abril y se perdieron 15.000 puestos del sector. Pero si falta algo para demostrar cómo las políticas nefastas de Javier Milei y su séquito influyen en la actividad económica de la Argentina, solo alcanza con ver dos cuadros:
Dos cuadros, el mismo gobierno y la destrucción


Cabe destacar que frente a esta situación el gobierno de Milei decidió abrir la importación de alimentos, entre ellos algunos lácteos, que no solo destruyen la producción local sino que además compiten deslealmente, ya que no pagan los impuestos que la industria nacional tiene que tributar.
Estos gráficos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) demuestra la situación de los principales países productores de leche del mundo, responsables de más del 60% de la producción del mundo.
Hace años atrás, muchos países se encontraban saliendo de la crisis generada por el covid-19, con lo cual se veía una situación similar entre los países o bloques. Pero en este caso, queda en evidencia que la crisis es solo argentina, generada por muchos factores y acentuada por uno solo: Javier Milei.