Ayer, a un día del tratamiento de la Ley Bases, se conoció que el presidente Javier Milei mandó el pliego de la senadora Lucila Crexell para ser embajadora en la Unesco. La parlamentaria por el Movimiento Popular Neuquino (MPN) habría negociado su voto a cambio de ser designada como delegada permanente de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Educación, la Ciencia y la Cultura. ¿Quién es?
La polémica neuquina, que una vez formalizada en su nuevo cargo en la Unesco cobrará cerca de 20 mil dólares por mes, nació el 10 de agosto de 1972. Se recibió de abogada, de licenciada en Relaciones Públicas y de licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales en la UADE, donde actualmente cursa "Traductorado Público en Idioma Inglés". A su vez, tiene un posgrado de especialización en Derecho en la Universidad de Castilla-La Mancha, España.
Hija de la fallecida intendenta de San Martín de los Andes Luz Sapag, Lucila Crexell enfrentó a su tío, el exgobernador Jorge Sapag, y acompañó al petrolero Guillermo Pereyra en la lista que ganó las históricas PASO por las candidaturas del MPN al Senado en 2013. El éxito fue tal en su momento que el partido neuquino logró dos bancas en la Cámara alta y una de esas fue ocupada por la abogada.
En 2019, saltó en 2019 a Juntos por el Cambio y, tras el triunfo de Javier Milei en las elecciones generales de 2023, jugaba como un eslabón suelto con un guiño al poder provincial de turno. Sin embargo, esta situación cambió y continuó con el zigzagueo en su trayectoria política.
Desde el Congreso dejaban trascender que el voto de Lucila Crexell para la Ley Bases "era imprescindible" para el Gobierno libertario. Pero la senadora había expresado su oposición a Milei en la disputa con el gobernador chubutense Ignacio Torres: "Presidente, su falta de respeto a las provincias no sólo es un grave error político, también es un acto de profunda irresponsabilidad que resiente la unidad nacional y abre un peligroso camino de disgregación".
Sin embargo, según el expediente fechado el 6 de junio, la dirigente neuquina sería designada como delegada permanente de Argentina ante la Unesco como embajadora en temas de Educación, Ciencia y Tecnología. Ante esta situación, varios sectores de la política denunciaron que hubo una negociación paralela, a cambio del voto por la Ley Bases. Y la propia futura funcionaria lo reconoció.
"Sí, es verdad. Hubo una oferta y hubo una aceptación", dijo Lucila Crexell y así confirmó que el Gobierno libertario le ofreció el puesto de embajadora. "No tiene nada que ver con la negociación de la Ley Bases, que se dejó a los gobernadores para que negociaran con el Ejecutivo", intentó justificar en LN+. "Voté en contra del DNU y me dijeron de todo. Ahora, voy a votar a favor de esta ley porque es una herramienta que el Gobierno necesita y el país necesita; y es un pedido de los gobernadores", sostuvo. ¿Se confirmará la transacción?