El gobierno de Javier Milei, a través de la Secretaría de Energía, anunció una nueva actualización sobre los precios de los biocombustibles, incluidos el biodiesel y el bioetanol, y podría impactar en la nafta y el gasoil. La nueva revisión, combinada con aumentos anteriores, podría afectar los precios de los surtidores antes del aumento previsto para junio, tras el incremento de junio.
Desde que asumió, la administración libertaria implementó en los primeros meses de gestión aumentos significativos en el biodiesel que pasó por tonelada de $686.986 a $938.540, en el bioetanol -derivado de caña de azúcar- que se fijó ahora en $570 por litro y en el elaborado a partir de maíz, en $622 por litro. Estos biocombustibles se utilizan para el corte obligatorio del 12% en las naftas.
Ayer, en el inicio de junio, se oficializaron nuevas actualizaciones a través de la Resolución 95/2024 que fijó en $635 por litro el precio mínimo del bioetanol de caña de azúcar y en $582 por litro el del bioetanol de maíz, ambos destinados a su mezcla obligatoria con nafta. Con la Resolución 96/2024, se determinó un nuevo precio mínimo de adquisición del biodiesel de $951.285 por tonelada.
En este sentido, las petroleras, obligadas por ley a adquirir biocombustibles para mezclar con los combustibles fósiles, tendrán un nuevo incremento en sus costos de producción. Ya el pasado 1° de junio se registraron aumentos en la nafta y el gasoil, impulsados por la suba del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el impacto de la devaluación, que promedió un 3,5%.
A su vez, se espera para junio un aumento adicional del 56% por el IPC del primer trimestre de este año, lo que podría traducirse en un incremento de hasta el 18% en los surtidores. A esto, se suma la actualización de los precios de los biocombustibles y el acuerdo salarial reciente. Por eso, dado que el Gobierno libertario liberó los precios, se espera que las empresas fijen nuevos aumentos en la nafta y el gasoil para el próximo mes.