La Ley Bases se votará en un Senado dividido este miércoles y, en caso de aprobarse en general, lo haría con los votos justos, aunque la indefinición de tres legisladores deja espacio a la incertidumbre. Después de cinco meses de discusión en el Congreso que involucró modificaciones, recortes y largas negociaciones, el oficialismo todavía no puede cantar victoria.
La Libertad Avanza necesita 37 votos para garantizarse el debate de la Ley Bases en el Senado, pero las predicciones sobre cómo votará cada legislador demuestran que el oficialismo no tiene el éxito garantizado. De entrada, tienen enfrente los 33 votos en contra que se espera surjan de la principal oposición, encabezada por Unión por la Patria. A ellos se añade Martín Lousteau, el único voto en contra garantizado de la UCR, ya que defenderá un dictamen propio.
Contra esos 34 negativos, el oficialismo deposita su esperanza en 35 legisladores favorables, entre los que se cuentan los seis del PRO, los siete de La Libertad Avanza y una amplia proporción de los “dialoguistas”, que en total son 26 y provienen del peronismo disidente y los bloques provinciales.
Quienes tienen en sus manos la definición final son el radical Maximiliano Abad y los santacruceños Natalia Gadano y José Carambia, de la Alianza por Santa Cruz, todos los cuales aún están en duda.
Por otra parte, si la votación quedara empatada, le tocaría desempatar a Victoria Villarruel en su calidad de titular del Senado. Sin embargo, si Javier Milei viaja al G7 que se hará en Italia para este miércoles, la vicepresidenta deberá suplantarlo en el rol presidencial y, entonces, su lugar en el Parlamento quedaría cubierto por el presidente provisional, Bartolomé Abdala. De todas formas, al igual que Villarruel, Abdala votaría a favor.
Finalmente, en caso de aprobarse en la Cámara Alta, la Ley Bases deberá volver a la Cámara Baja para que esta apruebe o rechace las modificaciones que sufrió el proyecto en el proceso de discusión.