A pesar de la resistencia de los principales funcionarios de Israel, el presidente de Estados Unidos que va por la reelección, Joe Biden, profundiza en su plan de tres etapas para que israelíes y palestinos puedan negociar una tregua.
"Esta guerra tiene que acabar", lanzó Biden desde la Casa Blanca en un mensaje tan breve como contundente sobre el combate que ya lleva casi 8 meses entre Israel y Hamas. Sin embargo, el tono impersonal de su declaración estaba en el fondo dirigida a Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
Pero puntualmente, ¿en qué consiste el plan de tres etapas con el que Biden presiona a Netanyahu? En primera instancia, el Presidente de Estados Unidos busca un alto al fuego inmediato, en un plazo de aproximadamente seis semanas.
En ese plazo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se retirarían de las zonas pobladas de Gaza y habría un urgente "aumento" de ayuda humanitaria, con el intercambio de algunos rehenes por prisioneros palestinos.
En un segundo momento, denominado como cese de hostilidades permanente, es cuando se cumpliría la liberación total de los rehenes vivos que sigan en manos de Hamas y colaborar para rescatar los cuerpos de los fallecidos.
Finalmente, de realizarse la tercera parte, Biden exige la puesta en marcha verdadera de una gran reconstrucción de Gaza. De esta manera, se podría dejar de lado esa situación imposible de lograr desde 1948.
Los funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que la decisión de hacer pública lo que describe como una "propuesta israelí" estaba promovida por la intención de poner al grupo extremista palestino en un aprieto. Casi inmediatamente después de que Biden detallara la propuesta, la oficina de Netanyahu afirmó que continuaría su guerra hasta destruir al grupo ultraislámico.