Con la llegada de dos fines de semana largos y las vacaciones de invierno, muchos argentinos ya planean hacer una escapada.
Entre los destinos destacados, Las Pirquitas, en Catamarca, surge como una opción atractiva gracias a su diversidad de paisajes y actividades.
Las Pirquitas es un pequeño pueblo de menos de 1.000 habitantes, conocido por su tranquilidad y su entorno rural. Sus fachadas de ladrillo añaden un encanto particular al paisaje. A pesar de su tamaño y su ubicación alejada del centro provincial, ofrece una variedad de atractivos turísticos.
Escapada a Las Pirquitas: ¿Dónde queda y cómo llegar?
Ubicado en el Departamento Fray Mamerto Esquiú, Las Pirquitas está a 25 kilómetros al norte de San Fernando del Valle de Catamarca y a 1.100 kilómetros de Buenos Aires. Para llegar desde la capital catamarqueña, se puede tomar la Ruta Provincial 1 hacia el norte o la RP 106, aunque esta última no está pavimentada.
Desde Buenos Aires, se puede viajar en auto por la Ruta Nacional 60, en un trayecto de aproximadamente 12 horas, en micro de larga distancia o en avión hasta el Aeropuerto Coronel Felipe Varela.
¿Qué hacer en Las Pirquitas?
La joya de este lugar, pensando en una escapada, es su dique homónimo. Este embalse, inaugurado en 1961, tiene 7 kilómetros de largo y una profundidad promedio de 700 metros, siendo el más grande de la provincia. Su construcción, basada en la técnica ancestral de la pirca (apilado de piedras sin amalgama), le da su nombre y un atractivo histórico único.
Además del dique, el pueblo ofrece diversas actividades al aire libre. Los visitantes pueden disfrutar de deportes náuticos como remo, kayak y paseos en moto de agua, así como de la pesca de trucha y pejerrey. También se pueden realizar caminatas por las orillas del lago y explorar la rica historia cultural del lugar.
Escapada a Catamarca: ¿Cuál es su historia?
Las Pirquitas se encuentra a 690 metros sobre el nivel del mar, en un valle flanqueado por la Sierra de Fariñango al oeste y la Sierra de Gracián al este. El Río del Valle desemboca en el dique, cuyas aguas son vitales para la región, especialmente en épocas de sequía.
Un punto de interés cultural y religioso es la Capilla Nuestra Señora del Valle, que atrae tanto a fieles como a aficionados a la arquitectura que buscan estas escapadas para encontrase con lugares así.
Este destino combina historia, naturaleza y actividades recreativas, ideal para quienes buscan una escapada diferente en el próximo fin de semana largo o durante las vacaciones de invierno. Con su impresionante dique y su entorno pintoresco, este pequeño pueblo catamarqueño promete una experiencia única.