Se cumplen 40 años de Camila (1984), la película de la cineasta argentina María Luisa Bemberg que estuvo nominada a los Oscar en 1985 e inauguró una nueva etapa para el cine argentino, después del oscurantismo de la dictadura.
Por las cuatro décadas del film, este martes, a partir de las 18:30, hacen un homenaje en el Teatro San Martín y una proyección especial en la sala Leopoldo Lugones, de la que participarán Susú Pecoraro (que inmortalizó a Camila O'Gorman, esa joven aristocrática que vivía una vida correcta y "encaminada" hasta que conoce al Padre) e Imanol Arias (que interpretó a Ladislao Gutiérrez, el sacerdote que llega un día al pueblo y se funde en un melodrama de amor trágico y prohibido junto a Camila).
La película, que se estrenó el 17 de mayo de 1984, situada durante el rosismo, fue una declaración de principios sobre la forma de filmar una historia de amor a lo Romeo y Julieta que generó reticencias entre los sectores más conservadores, además de por la transgresión de los protagonistas en su amor, por las escenas de sexo y las características que tiene el personaje de Camila, que lee libros prohibidos por Rosas a escondidas y se resiste a la voz de la autoridad familiar, es decir, responde a su deseo.
En un momento de búsqueda de liberación para los espectadores, por la vuelta a la democracia, la historia también llevó a que varios la condenaran, pero María Luisa Bemberg, con Camila, quiso explorar la profundidad de los personajes, ambos irreverentes y pasionales: "Para ser libre, para vivir de acuerdo con uno mismo y no apartarse del camino que el destino nos ha trazado hace falta coraje. Mi película es sobre el coraje de Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez", explicó cuando se estrenó en su momento.

La historia real de Camila O'Gorman ya había inspirado una de las primeras películas nacionales: Camila O' Gorman (1913), de Mario Gallo, una versión de la historia en cine mudo, protagonizada por Blanca Podestá, de la que no se conservan copias.
Este martes, del encuentro para celebrar el cumpleaños de la película, también participará Lita Stantic, la productora de la película, que trabajó junto a María Luisa Bemberg en otras de sus películas, que se convirtieron en emblemas del cine nacional, como Miss Mary (1986) y Señora de nadie (1982). Camila fue la tercera de las producciones de María Luisa, después de Momentos (1981) y SDN, aunque antes había filmado dos cortos feministas: El mundo de la mujer (1972) y Juguetes (1978).

Según Lita, cuando ella le propuso a Zully Moreno el papel de la Perichona, la abuela de Camila, tachada de libertina, que llega al hogar para sufrir una reclusión total por sus hábitos "indecorosos" (había sido amante del virrey Santiago de Liniers), Moreno le comentó que el director Luis César Amadori había querido filmar la historia y que desde el Gobierno de Juan Domingo Perón habían pedido que se frenara el rodaje para no sumar problemas con la Iglesia. Camila generaba conflicto hasta antes del estreno.